Hoy vamos a preparar un sabrosísimo risotto de calamares. Una receta sencilla, que puede sorprender por su sabor intenso a mar y por su contraste entre de sabores y coloridos.
Para hacerla vamos a usar dos calamares, bien limpios y un poco de cebolla caramelizada, (ya sabéis cómo hacerla fácilmente) y un caldo sencillo de pescado para ir alimentando al arroz. En unos 40 minutos tendremos un plato de primera, con el que sorprender y alegrar a nuestra pareja. Garantizado.
Dificultad | Fácil Tiempo de elaboración | 1 hora
Ingredientes para 4 raciones
250 g de arroz arborio o carnaroli, (especial para risottos), 2 calamares hermosos bien limpios, 2 cebollas, aceite de oliva, 50 ml de vino blanco (Manzanilla La Guita) y 50 g de queso parmesano, 1 litro de caldo de pescado (sobrará)Cómo hacer risotto de calamares
Para hacer este risotto de calamares, necesitamos hacer algunas preparaciones previas. Primero preparamos las dos cebollas picandolas en brunoise y las confitamos en una sartén con un poco de aceite de oliva, dejando que se pochen a fuego lento durante 1 hora, hasta que se caramelicen en sus propios azúcares, sin añadir nada más que un poco de agua, si fuera necesario. (Así)
Por otro lado, limpiamos los calamares y separamos los tentáculos y puntillitas, que doramos en una sartén y reservamos para finalizar el plato y decorarlo, y cortamos el resto en trocitos pequeños, como dados de medio cm de cara.
Yo he usado los productos de Genuinus, que me llegan en mi cesta cada 15 días y que son estupendos. Mirad qué buenos calamares y qué cebollas ecológicas tan ricas hemos usado para caramelizar.
Empezamos la receta, -una vez tenemos todo listo-, poniendo en un cazo amplio una buena cucharada de cebolla caramelizada y los dados de calamar. (Reservaos un poco de cebolla caramelizada para el final) Salteamos los dados de calamar a fuego vivo con la cebolla y cuando toman color, añadimos el arroz, removiendo hasta que cambia de color. Entonces añadimos el vino blanco y removemos hasta que desaparezca, mitad absorbido por el arroz y mitad como consecuencia de la evaporación. La cocina tiene que oler muy bien en ese momento.
Removemos y a partir de ahora, tenemos que ir añadiendo cacillos de caldo de pescado sin dejar de remover y esperando a que el arroz absorba el líquido antes de añadir el siguiente cacillo de caldo. Poco a poco, según vaya absorbiendo el caldo, el risotto irá aumentando de volumen y cambiando de textura, ablandándose poco a poco. Id probando mientras seguís removiendo y añadiendo cacillos de caldo hasta que esté en su punto, muy meloso pero con un puntito de al dente en su interior. El caldo, la cebolla caramelizada y el tostado de los dados de calamares van dando un ligero color anaranjado al arroz, que no lleva ningún colorante ni especia.
En ese momento, cuando esté ya a nuestro gusto, añadimos el queso parmesano que rallaremos en el momento, y removemos hasta que desaparezca, aportando cremosidad al risotto. Finalmente, ya con el fuego apagado, incorporamos la cebolla caramelizada que habíamos reservado y los tentáculos de los calamares, removiendo para que tomen temperatura con el calor remanente.
Degustación del risotto
Llevamos a la mesa el risotto de calamares y servimos mientras esté bien caliente, para evitar que se pase el arroz y pierda la gracia. Os aseguro que el sabor de este risotto es inolvidable, intenso, sabrosísimo y con el dulzor que aportan tanto los calamares como la cebolla caramelizada. Ya me contaréis. Sed felices,
Otras ideas para risotto
- El risotto de la muerte (con setas trompetillas de los muertos) - El risotto de calabaza y setas portobello - El risotto de espárragos - El risotto ibérico (con secreto ibérico y Tío Pepe) - El fisotto, un risotto hecho con fideos cabellín