Revista En Femenino

Un sueño para el 8 de Marzo...

Por Teresa Escudero Ozores
He tenido un sueño. Un sueño precioso.
He soñado que, en todos los países del mundo, incluso en el mío, se respetaban las decisiones de las mujeres sobre sus cuerpos. He soñado que los sanitarios respetábamos y acompañábamos a las mujeres que tomaban decisiones sobre su salud y su cuerpo, y que en ningún momento coaccionábamos o discriminábamos a la mujer, decidiera lo que decidiera, en su embarazo, en su parto, en su menopausia.
He soñado que, en todos los países del mundo, incluso en el mío, cualquier mujer podía pedir y recibir información sobre sexualidad y reproducción, cualquier mujer tenía acceso a los servicios de salud relacionados con ellas, y cualquier mujer tenía un acceso libre a los métodos anticonceptivos.
He soñado que, en todos los países del mundo, incluso en el mío, la mujer podía decidir si quería tener hijos, cuándo quería tenerlos, y cuántos quería tener... y que los sanitarios acompañábamos y apoyábamos estas decisiones.
He soñado que, en todos los países del mundo, incluso en el mío, todas las mujeres podían elegir a su pareja, podían elegir si querían casarse, y cuándo. (¿Os soprende? ¿Pensáis que en este país todas esas cosas pueden elegirse? ¿En todos los grupos étnicos? ¿De verdad pensáis que todas las mujeres españolas pueden decidir con quién casarse??? Pues yo recuerdo que en mi propia familia se prohibió a una de mis primas salir por ahí con un chico porque era judío... casi seguro que si lo pensáis, encontráis ejemplos similares en las vuestras).
He soñado que, en todos los países del mundo, incluso en el mío, todas las mujeres podían decidir qué tipo de familia formar... y que a las parejas de lesbianas dejaban de llamarlas "bolleras", y que tanto a las parejas de lesbianas, como a las mujeres solas que decidían tener un hijo se las apoyaba desde las instituciones, sí, incluso desde las instituciones sanitarias, permitiendo su acceso a los programas de reproducción asistida en igualdad de condiciones que las parejas heterosexuales...
He soñado que, en todos los países del mundo, incluso en el mío, todas las mujeres podían vivir sin sufrir discriminaciones, ni coacciones, ni violencia. He soñado que se terminaban las violaciones y otras formas de violencia sexual. He soñado que desaparecía la mutilación genital femenina. He soñado que desaparecía el embarazo forzado y que en todos los países del mundo primaba la decisión de la mujer sobre su cuerpo en los primeros meses de embarazo. He soñado que desaparecía el aborto forzado (por cuestiones de honor o por cuestiones económicas). He soñado que desaparecía la esterilización forzada (impuesta por el estado en India o China). He soñado que desaparecía el matrimonio forzado.
En fin, he soñado que, en todos los países del mundo, incluso en el mío, el día de la Mujer se convertía en el primer día en el que se respetaban los Derechos Sexuales y Reproductivos. Brindo porque, algún día, deje de ser un sueño. ¡A la lucha, mujeres, y hombres que nos amáis tal y como somos!!
Para saber más, os invito a visitar la campaña de Amnistía Internacional, Mi cuerpo, mis derechos: https://www.es.amnesty.org/micuerpomisderechos/la-campana/

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