Una de las comorbilidades (presencia de enfermedades coexistentes o adicionales en relación con el diagnóstico inicial), más frecuentes en niños o adolescentes con TDAH, es el Trastorno Negativista Desafiante (TND).
Y ¿qué es el TND? Si consultamos el manual de la Asociación Americana de Psiquiatría, Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales (DSM-5®), 5a Ed. Arlington, VA, Asociación Americana de Psiquiatría, 2014, veremos como este trastorno, se halla encuadrado en el grupo de trastornos disruptivos, del control de los impulsos y de la conducta y como en la infancia el TDAH, frecuentemente se solapa con trastornos que a menudo se consideran “trastornos exteriorizadores” como el trastorno negativista desafiante y el trastorno de conducta, en aproximadamente la mitad de los niños con presentación combinada y en cerca de una cuarta parte de los niños y adolescentes con presentación predominantemente inatenta.
¿Y cuales son los diagnósticos diferenciales?
En el mismo manual, observaremos, como los individuos con trastorno negativista desafiante pueden resistirse a realizar un trabajo o las tareas escolares que requieren dedicación porque se resisten a amoldarse a las exigencias de los demás. Su comportamiento se caracteriza por la negatividad, la hostilidad y el desafío. En los individuos con TDAH se tienen que distinguir estos síntomas de la aversión a la escuela o hacia las tareas mentalmente exigentes debido a la dificultad de mantener el esfuerzo mental, al olvido de las instrucciones y a la impulsividad. El diagnóstico diferencial es aún más complicado por el hecho de que algunos individuos con TDAH pueden desarrollar actitudes negativistas secundarias hacia este tipo de tareas y devaluar su importancia. Dicho diagnostico suele realizarse durante la etapa escolar, pudiendo constatar incluso algunas manifestaciones en la anterior etapa a la escolarización.
Los criterios diagnósticos establecidos para el TND son:
Un patrón de enfado/irritabilidad, discusiones/actitud desafiante ó vengativa que dura por lo menos seis meses, que se manifiesta por lo menos con cuatro síntomas de cualquiera de las categorías siguientes y que se exhibe durante la interacción por lo menos con un individuo que no sea un hermano.
Enfado/irritabilidad
- A menudo pierde la calma.
- À menudo está susceptible o se molesta con facilidad.
- A menudo está enfadado y resentido.
Discusiones/actitud desafiante
- Discute a menudo con la autoridad o con los adultos, en el caso de los niños y los adolescentes.,
- A menudo desafía activamente o rechaza satisfacer la petición por parte de figuras de autoridad o normas.
- A menudo molesta a los demás deliberadamente.
- A menudo culpa a los demás por sus errores o su mal comportamiento.
Vengativo
- Ha sido rencoroso o vengativo por lo menos dos veces en los últimos seis meses.
Este trastorno del comportamiento va asociado a un malestar en el individuo o en otras personas de su entorno social inmediato (es decir, familia, grupo de amigos, compañeros de trabajo), o tiene un impacto negativo en las áreas social, educativa, profesional u otras importantes.
Los comportamientos no aparecen exclusivamente en el transcurso de un trastorno psicótico, un trastorno por consumo de sustancias, un trastorno depresivo o uno bipolar. Además, no se cumplen los criterios de un trastorno de desregulación disruptiva del estado de ánimo.
Aunque no son muchos los estudios que abordan este tipo de trastorno, a continuación os dejamos con unos interesantes artículos, El primero de ellos de Fonseca Parra Luisa F. y Rey Anacona Cesar. Características neuropsicológicas de niños con trastorno negativista desafiante. Revista de Psicopatología y Psicología Clínica Vol.18 Nº3. Pp. 233-244 2014, en el que se destaca como este tipo de trastorno, comúnmente se inicia en los años preescolares y suele identificarse por una actitud desafiante, oposicional o negativista hacia las figuras paternas, especialmente hacia la materna que luego se generalizan hacia otras figuras de autoridad y como parece ser más frecuente en familias en donde se presentan un manejo inadecuado de hábitos, ausencia de las figuras paternas, abuso de sustancias, inadecuada relación familiar, maltrato físico o verbal y madres depresivas
La conclusiones del presente estudio relacionadas con las características que presentan los niños con este tipo de trastorno, parecen indicar como estos obtuvieron una media de puntuaciones significativamente más bajas comparados con el grupo sin TND, en los dominios de habilidades gráficas, memoria verbal diferida, habilidades metalingüísticas, habilidades conceptuales, comprensión lingüística, fluidez verbal, en los indicadores de flexibilidad cognitiva, respuestas correctas, porcentajes de respuestas y otros. Por tanto, estos resultados obtenidos señalan, que tales déficits deberían contemplarse en la evaluación, prevención y tratamiento, con el fin de beneficiar académica y socialmente a los niños que presentan TND.
El segundo de Vásquez MJ, Feria M, Palacios L, De la Peña F. (2010). Guía clínica para el Trastorno Negativista Desafiante. Ed. Shoshana Berenzon, Jesús del Bosque, Javier Alfaro, Ma. Elena Medina-Mora. México: Instituto Nacional de Psiquiatría Ramón de la Fuente. (Serie: Guías Clínicas para la Atención de Trastornos Mentales), ofrece una guía de consulta relacionada con este tipo de trastorno, que a buen seguro os resultará interesante.
Enlaces:
Características neuropsicológicas de niños con TND
Guía clínica del TND