Revista Psicología

¿una canción triste para un desamor?

Por David Salinas @psicopositivo
¿UNA CANCIÓN TRISTE PARA UN DESAMOR?En un post anterior explicaba los beneficios de la música y la Musicoterapia (disciplina que usa la música para promover, prevenir y rehabilitar la salud), sobre el bienestar mental y emocional.
Hoy me hago (te hago) la siguiente pregunta: ¿puede ser la música perjudicial para nuestro estado de ánimo?
Imaginaos por ejemplo a 1) alguien que acaba de sufrir un desamor y se encierra en su cuarto a escuchar canciones de Pablo Alborán. 2) O alguien que se siente fatal por estar melancólico y se pone un disco de jazz o blues. 3) O alguien que se siente intranquilo y se pone heavy metal, 4) o alguien que se quiere concentrar en el estudio y le da por oír reggaeton.
5) O imaginaos a un psicólogo que le dice a su paciente, una persona que acaba de salir de una relación: "Lo que debe hacer usted es dejar de escuchar canciones de Pablo Alborán que no hacen más que recordarle a su pareja, y oír este CD que le he grabado con canciones súper positivas".
No sé qué piensas tras todos estos ejemplos que te he dado, porque desgraciadamente no puedo interactuar contigo (estaré encantado de que añadas comentarios a mi post), pero te invito a reflexionar sobre ello, antes de leer mi propia panorámica del asunto:
La música es maravillosa, tenemos que sentirnos dichosos nada más que por el simple hecho de que exista, y por otra parte gracias a la Ciencia hoy sabemos que la música puede ayudarnos a regular nuestras emociones y hacernos sentir mejor o incluso facilitar procesos cognitivos como la atención y concentración.
Pero la música, aunque terapéutica, no es la panacea de nada, y más allá de un buen uso o mal uso de la música, puede haber múltiples factores, como distorsiones cognitivas o hábitos disfuncionales, que sean los que mantienen o acrecientan el malestar emocional.
Dicho esto, centraré mi análisis en cada uno de los ejemplos anteriores, tomando como base lo que acabo de exponer:
1) Aquí el problema no reside en escuchar a Pablo Alborán (allá cada cual con sus gustos musicales) sino en "encerrarse en su cuarto". Oír canciones de desamor tras un desamor, puede ser muy malo para algunas personas o muy bueno para otras, porque puede ayudarlas a sacar su tristeza. Pero la inactivación conductual es un facilitador de estados depresivos.

2) De nuevo aquí lo que se está haciendo mal no es oír jazz o blues, que son estilos musicales que evocan nostalgia o melancolía, sino sentirse fatal por darse cuenta de que estás triste. No pasa nada si lo estás, no es trágico, ni siquiera dramático, y tampoco pasa nada por acompañar ese momento con una banda sonora triste... si eso te ayuda a superar el momento.

3) Aunque se ha estudiado que los diferentes estilos musicales tienden a provocar distintos estados emocionales, no hay que generalizar, y cada estilo o canción puede provocar efectos dispares según la persona. El heavy metal es posible que relaje a un heavilongo, como quizá ponga de los nervios a alguien que guste de estilos más tranquilos.
4) La música, como dije antes, puede ayudarnos a concentrarnos. Pero es importante tener en cuenta que las personas somos unitarea, no multitarea. Si las actividades que estamos realizando implican a un mismo área del cerebro, nuestra capacidad de atención se verá mermada. Por eso es mucho mejor para concentrarse en el estudio o lectura la música clásica, instrumental o la cantada en un idioma que no conozcamos.
5) La palabra "debe" ya nos remite a la dichosa Dictadura de la Felicidad: hay que ser feliz siempre, bajo cualquier circunstancia. Y por supuesto... ¡súper positivo! Tienes derecho a sentirte triste, y además la tristeza es una de las etapas necesarias para superar el proceso de un duelo romántico. Y sí, incluso tienes derecho a oír a Pablo Alborán. :p
La música puede ayudarnos a sentirnos mejor (o peor), pero no podemos obviar otros factores que influyen en nuestros estados de ánimo, siendo el más importante de todos ellos nuestra propia actitud: la actitud es lo que puede convertir una canción triste en la canción más alegre y necesaria para ese momento.
¿UNA CANCIÓN TRISTE PARA UN DESAMOR?Hablaremos de música, musicoterapia, emociones y actitudes en el Taller de Musicoterapia y Psicología Positiva que imparto este Sábado 12 de Septiembre junto a Macarena Martínez. Si estás en Málaga, espero verte allí, y estés donde estés... ¡que la música te acompañe!

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