- Oye Luis –por Luis Bárcenas-, tío, vaya planazo tenías montado en el partido.
- Has dicho bien, Refoyo, en el partido.
- Imagino que los otros andarán parecidos, ¿no?
- Sigue siendo el Partido, no seas ingenuo.
- …
- Mira, Refoyo, la táctica es sencilla: os noqueamos con grandes obras y proyectos gigantes con los que darles dinero a quienes luego nos dan dinero a nosotros y así todos ganamos.
- ¿Todos?
- Bueno, joder, Refoyo, ya sabes a quiénes “Todos” me refiero.
- Eso se llama saqueo y algún día los militares o la gente o Dios mismo os devolverán todas juntas y no habrá quién os salve de la quema.
- Para tener 30 añitos eres demasiado ingenuo, coño. Los milicos piensan en Cataluña y en Kosovo, en Gibraltar. ¡Viva España! ¡ja! Y la gente bastante tiene con servir un plato de lentejas y pagar las numerosas facturas que tienen pendientes. ¿Otra subidita de luz? Venga va, pero necesitamos 6 puestos más en el Consejo. Ok.
- ¿De verdad crees que os iréis todos de rositas? La historia os juzgará.
- Os iréis vosotros, que no te quieres enterar, yé-yé. Y la historia es una puta sobre la que el poder se corre cada cierto tiempo, edulcorando la verdad para que la gente se sienta bien, protagonista: ¿crees que existió el 2 de mayo de 1808? ¿crees que el Cid conquistó Valencia con una flecha clavada en el corazón? ¿Crees que la UCD ganó por la normalidad que reclamaba la sociedad española?
- ¿No?
- Sois gilipollas. Ése es vuestro puto problema. Mañana sacaremos a la luz un caso de corrupción del PSOE y nuestros votantes cerrarán filas en torno a nosotros, dirán eso de que todos somos iguales y luego me iré a tomar unas copas con Pujalte, que es un cachondo, y con Jesús Caldera, que tiene su punto a partir de la segunda.
- Menos mal que Robespierre está muerto.
- Mira, Refoyo, tío, si Roberspierre estuviese vivo le entregaríamos el Nacional de las Artes, el Príncipe de Asturias de la Concordia o el saque de centro en el Bernabéu y nos prestaría su guillotina para hacer un museo en cualquier pueblo de mierda de la meseta española.
- Así, entre acto y obra, podríais trincar otro poquito.
- Vas entendiendo el juego, chaval, eres bueno Refoyo, tú podrías dedicarte a esto si quisieras ¡ja!