Revista Cultura y Ocio
Una pesadilla para los historiadores de la India es que a los indios la historiografía y la cronología se la traían floja. Allí donde los griegos querían que supiéramos hasta cómo se llamaba la suegra de Sócrates y si éste se tomó la cicuta por la mañana o por la tarde, a los indios parece que sólo les preocupaba hablar de los edificios que erigían los reyes, que tenían que llevar sus correspondientes placas, y poco más.
En 1022 el Emperador bizantino Basilio II se anexionó el pequeño principado armenio de Vaspurakan. Esto lo sabemos, entre otros, por las Crónicas georgianas, por la obra de Aristakes Lastivert “Relato de las desgracias de la nación armenia” y por la Historia de Yahya ibn Said al-Antaki. Tres años después, Rajendra Chola, que gobernaba un vasto imperio comercial en el Océano Índico, realizó un raid en la península malaya, que le llevó a conquistar varios puertos de su principal rival comercial en el Sudeste Asiático, Srivijaya. Pues bien, esto que parece tan importante comparado con la anexión de un pequeño principado de muertos de hambre, lo sabemos exclusivamente porque el rey quiso alardear un poco cinco años después en una inscripción en un templo en Tanjavur, en el sur de la India. La inscripción dice:
“[Rajendra quien] habiendo enviado muchos barcos en medio del tumultuoso mar y habiendo capturado Sangrama- Vijayottunga Varman, el rey de Kadaram [la actual Kedah, es decir, Srivijaya], junto con los elefantes en su glorioso ejército, [tomó] el gran cúmulo de tesoros que [ese rey] había acumulado por derecho; capturó horrísono el (¿arco?) llamado Vidhyadhara torana en la “puerta de la guerra” de su extensa ciudad, Sri Vijaya con el portillo enjoyado adornado con gran esplendor y la puerta de las grandes joyas; Pannai con agua en sus baños; la antigua Malaiyur con la fuerte montaña como muralla; Mayrudingam rodeada por el profundo mar como por un foso; Ilangasoka, sin miedo en las batallas fieras; Mappapalam que tiene agua abundante como defensa; Mevilimbangam que tiene una buena muralla como defensa; Valaippanduru que posee Vilapandur; Talaittakkolam elogiada por grandes hombres; Madamalingam, firme en grandes y fieras batallas; Ilamuridesam cuya fuerza fiera se alzó en la guerra; Manakkavaram, en cuyos extensos jardines floridos se recogía miel y Kadaram, de fuerza fiera, que estaba protegida por el profundo mar.”
La verdad es que es muy poco sobre lo que basar una expedición tan importante. Algún historiador ha llegado a negar que hubiera llegado a producirse en la realidad. Sin embargo, la mayor parte de los historiadores creen que ocurrió efectivamente.
El relato de lo ocurrido según la mayoría de los historiadores sería el siguiente: los cholas aparecieron como una exhalación en el sur de la India y en el Océano Índico en el siglo X. Pronto establecieron un imperio comercial imitando el modelo de Srivijaya, que consistía en controlar todos los puertos hábiles para el comercio que cayeran dentro de su esfera de influencia. De esta manera se aseguraban que todos los navíos mercantes que pasasen por su zona tuvieran que recalar en uno de sus puertos.
A comienzos del siglo XI la China Song estaba resurgiendo y el comercio entre China y Occidente, especialmente con el Egipto fatimida, adquirió mayor importancia. En 1023 el emperador de China pidió a los comerciantes árabes que recurriesen a la vía marítima en lugar de la terrestre que pasaba por Asia Central. Con esto el control sobre las rutas marítimas se hizo todavía más lucrativo. Es posible que Srivijaya, aprovechando su mayor cercanía a China y su control del estrecho de Malaca quisiera abusar de su posición y tal vez exigir tarifas excesivas. El raid de Rajendra habría tenido como objetivo enseñarles a los srivijayeños una lección.
Ahora bien, ¿qué ocurrió exactamente en la expedición? Los historiadores han localizado casi todos los puertos mencionados en la inscripción. Siguiendo el orden en que son mencionados, su ubicación era la siguiente: Srivijaya, Sumatra; Pannai, este de Sumatra; Malaiyur, posiblemente en Sumatra; Mayrudingam, en la península malaya, en la actual Johor; Mappapalam, posiblemente en la península malaya; Madamalingam, posiblemente en el istmo de Kra; Ilamuridesam, norte de Sumatra; Manakkavaram, islas Nicobar; Kadaram, en la península malaya, cerca de Penang. Lo primero que llama la atención en esta enumeración es que o el timonel que guiaba a la flota estaba borracho o que los puertos no aparecen en el mismo orden en que fueron atacados. Lo segundo es que el raid decididamente buscaba hacer pupa, porque fue justo a los principales puertos de Srivijaya.
Entre 1018 y 1028 Srivijaya no envió misiones comerciales a China, algo que sorprendió a los chinos lo suficiente como para anotarlo en sus anales. Algunos historiadores creen haber encontrado indicios de que Rajendra realizó un raid menos importante contra Srivijaya en 1017. Es posible que esos diez años durante los cuales no hubo misiones comerciales srivijayeñas a China se debieran a la rivalidad suscitada con los Cholas. El hecho de que en 1028 Srivijaya enviase una misión a China indicaría que Rajendra no la conquistó ni se la anexionó, que la expedición había tenido un carácter puramente punitivo.
Pero una vez más, dado el poco interés de los indios por la historiografía, esto no dejan de ser conjeturas…