Ante la impresión fuerte se da un predominio súbito del parasimpático, la tensión cae y el cerebro deja de recibir riego sanguíneo suficiente. El individuo afectado se marea y poco después pierde los sentidos. Siempre y cuando no se haya hecho daño al caer, estos incidentes no son preocupantes por lo general. En el sujeto sano todo vuelve a la normalidad al cabo de pocos segundos.
