Revista Cultura y Ocio

Una docena de señales para detectar a unos padres primerizos en la playa

Publicado el 07 agosto 2012 por Molinos @molinos1282

Vacaciones. Llegas a la playa con tus fieras que gracias a Dios ya controlan esfínteres, se visten solos, saben nadar y son capaces de cargar con sus aletas, su tabla de body surf, la pelota, la petanca, media docena de palas, las gafas de bucear y además arrastran su toalla y diferencian sus chanclas de las de los demás.
Llegas a la playa. Estableces la base de operaciones, echas una ojeada a tus churumbeles y te dispones a disfrutar de un día de playa con todas sus diversiones: lectura, comida de bocata, compra de helado guarrero en el chiringuito, paseo a por conchas, paseo a pescar, baños con niños y sin niños…descanso y vida familiar.
Y entonces miras a tu alrededor y ahí están, brillando como si fueran extraterrestres fluorescentes: los padres primerizos. Los miras y te dan como penic, a ti, y a todos los demás padres con niños ya crecidos que habéis pasado por eso y no querríais volver ni aunque os pagaran.
Una a una..reconocéis todas las señales.

1. Horarios absurdos


Llegas a la playa a las 12 con todos tus hijos debidamente encremados y pertrechados con todo lo necesario para el día de playa….y te cruzas con ellos..él arrastrando el carrito ( porque ya ha aprendido que el carrito “supermanejable” que le vendieron, en la arena de la playa tiene la misma movilidad que un tractor pinchado) y cargando bolsas como si les hubieran desahuciado. Ella lleva al bebé en brazos…Probablemente llevan en la playa desde las 9 y media cuando llevaban desde las 7 en pie y preparando todo lo que creían que iban a necesitar para pasar un “día” de playa.

2. Infraestructura


Unos padres primerizos van a la playa como si se mudaran a vivir allí. Han caído presa de la publicidad maternal absurda, de los consejos de toda una ristra de familiares, amigos y desconocidos del parque y además tienen miedo. Miedo de que justo les falte el gadget necesario para que su bebe esté a gusto en la playa, así que van pertrechados con: silla de paseo, minicunita, minitienda que no deja pasar los rayos solares, sombrilla, sombrillita para la silla, minibañerita, hamaquita, flotador por si el bebe prefiere el mar, bolsa con toallas, bolsa con muda para el niño como si lo fueran a dar en adopción, una pelota aunque el bebe tenga 6 meses, una pala y un cubo por si acaso el bebe tiene instintos de arquitecto con 8 meses, una mochila nevera para el puré del bebe….etc.

3. Los baños de los padres


Se baña él. Se baña ella. Intranquilos, mirando hacia la orilla. No sé sabe si esperando ver esfumarse esa familia que le impide disfrutar de la playa o comprobando que no desaparezcan cuando se de la vuelta. Por supuesto los baños suelen ser entrar y salir porque hay que tener en cuenta el factor: “ has estado media hora en el agua mientras yo aguantaba aquí a tu hijo berreando”. El equilibrio de fuerzas y esfuerzos es fundamental.

4.Los baños en familia


Cuando por fin llega el momento de bañarse con el bebé, bueno..de acercarse a la orilla..se hace el más espantoso de los ridículos y suelen provocar mucha vergüenza ajena. Uno de ellos lleva al bebé en brazos y el otro va al lado como temiendo que se le caiga y explote. Siempre hay uno que quiere meter al bebé en el agua aunque berree y el otro sufre y dice: no, no..no ves que no le gusta? Al final discuten y se van a la toalla cabreados. Lo que viene siendo un baño relajante.

5. La crema


El bote de crema protección total cuelga del cinto del bikini de ella. Él suele preguntar cada poco tiempo: ¿ le has dado crema? A ver si se va a quemar. Parte del presupuesto de las vacaciones se va en cosméticos solares, la parte buena es que en invierno podrán usarlo de masilla reparatodo dada la consistencia de esas cremas.

6.Tics inevitables


Poner el gorrito al bebé, secarle, cambiarle el bañador, mirar el pañal, darle crema, ofrecerle agua, ajustar la sombrilla cada 10 minutos, poner el gorrito al bebe, secarle, cambiarle el bañador, mirar el pañal, sacudir todo de arena, darle crema, ajustar la sombrila….poner el gorrito al bebe…

7.No se sientan


Cuando tienes churumbeles más mayores tampoco te sientas mucho, pero ya directamente no cuentas con ello. A los primerizos se les descubre porque llegan y montan la hamaca o estiran perfectamente la toalla porque realmente creen que lograran sentarse o tumbarse. Tan inocentes…

8. Pavoneo de orgullo


En los raros momentos en los que todo parece fluir, la pareja coge al bebé y se acerca a la orilla. El bebe sonríe, está ideal y ellos dos con cara de satisfacción suprema supuran orgullo paternal por esa maravilla de la creación tan monísima. Sonríen sin criterio a todo el mundo que pasa por su lado y a los de las sombrillas de al lado, confundiendo las miradas de “ puf que pereza con bebe a la playa” con miradas de admiración y envidia. En cualquier caso, el autoengaño siempre da muchas satisfacciones.

9. Esa mirada.


Cuando creen que su pareja no les ve ponen “esa mirada”. La mirada perdida hacia la inmensidad del mar acordándose de lo maravillosa que era la playa antes de ir con bebes y lo poco que supo apreciarlo en su momento.

10. La prensa


Inasequibles al desaliento y creyendo que un día los astros se alinearan y todo irá sobre ruedas en la playa, antes de llegar a la arena compran el periódico y un par de revistas y lo guardan en la bolsa. Cuando vuelvan de la playa podrían devolverlo en el kiosko porque está sin estrenar.

11. Nervios, nervios, nervios


Si consiguen que el bebe duerma o esté tranquilo no saben qué hacer. Ese momento de paz inesperado al que ya habían renunciado les pilla por sorpresa y se ponen nerviosos. No saben que hacer. Miran al niño a ver si de verdad está durmiendo, el otro le grita “ no vayas a despertarle”, se acercan a la orilla para aprovechar a bañarse..o mejor no..mejor me tumbo a leer..o no..doy un paseo hasta aquella punta que llevo 3 dias queriendo ir…o me baño..o me tumbo..o aprovecho para comer algo..o quizás debería darme crema…y cuando andan en esas indecisiones..el niño llora y se acaba la paz.

12. Envidia


Los padres primerizos miran con envidia a los padres experimentados con niños de más de 3 ó 4 años que se bañan solos, juegan en la orilla, comen tierra sin llorar, se rebozan, no llevan pañal, se sientan a comerse un bocadillo lleno de arena, hacen castillos, se bañan con sus padres riendo o se bañan solos mientras los padres levantan la vista de vez en cuando del periódico…y piensa: ¿Cuánto me queda para llegar a eso?
Tranquilo…cuatro años pasan volando…y si no tienes hijos y te crees a salvo de esto…ya nos veremos.
Republicado de Unadocenade

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