Revista África

Una leyenda viva

Por Jorge Luis Rodríguez González
Embajadores africanos en Cuba recuerdan a Nelson Mandela
Una leyenda viva
Una mirada a la personalidad y la lucha de Nelson Mandela es en estos días, cuando el líder sudafricano está a punto de cumplir 92 años, una necesidad para quienes hoy defienden un mundo justo. Miembros del cuerpo diplomático africano acreditado en La Habana definieron a al líder sudafricano como una leyenda viva de la lucha por la paz y la unidad africana.
Durante un coloquio celebrado este viernes en la Casa de África, ubicada en el Centro Histórico de La Habana, Pascal Onguemby, embajador de la República del Congo, catalogó a Mandela como un gigante de este y de todos los tiempos, ejemplo y referente necesario, tanto para las viejas como las nuevas generaciones africanas y del orbe, en la lucha actual contra el capitalismo, y por la construcción de un mundo de paz y justicia social.
La jornada fue motivo también para agradecer a Cuba y el líder de su Revolución, Fidel Castro, por su solidaridad con África. Onguemby, decano entre los embajadores de ese continente, destacó en nombre de sus colegas, la alegría de por las recientes apariciones públicas del Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz. Ver a Fidel nuevamente constituye una «inyección antibiótica en nuestra sangre», aseguró.
Onguemby destacó la decisión del Parlamento cubano de celebrar cada año el 18 de julio, como «Día Internacional de Nelson Mandela». La disposición, aprobada el día 15 de este mes, responde al llamamiento de la Asamblea General de Naciones Unidas, el 10 de noviembre de 2009, a conmemorar internacionalmente el natalicio del insigne patriota sudafricano, por su excepcional contribución a la eliminación del régimen del Apartheid en su país, y a la liberación y la unidad de África.
A Mandela y Fidel, dos grandes de la Historia contemporánea, estará especialmente dedicado el XVII Festival Mundial de la Juventud y los Estudiantes, con sede en Pretoria, Sudáfrica, del 13 al 21 de diciembre próximo.
Para el embajador de Zimbabwe, John Zumba Mvundura, este domingo, que marca el natalicio del líder sudafricano, debe ser una jornada para «recordar y trabajar duro» por el futuro de nuestros pueblos porque este luchador que entonces cumplirá 92 años, dedicó su vida a crear los fundamentos de la lucha de liberación nacional de todo el continente.
En un breve recorrido por la vida de Mandela, el embajador de Ghana, David Sarpong Boateng, resaltó su profundo humanismo, su resistencia de hierro durante los 27 años que estuvo en prisión por luchar contra el oprobioso régimen del apartheid, y el justo agradecimiento personal del líder a Cuba que apoyaron tanto la lucha del Congreso Nacional Africano (ANC), a pesar de que Estados Unidos e Inglaterra, veían con malos ojos la visita del revolucionario sudafricano a la Isla.
Mientras, Abdellah Laouari, jefe de la misión diplomática de Argelia, precisó el apoyo brindado por su país a Mandela y el ANC desde los primeros momentos de su lucha contra la dictadura blanca racista. En la patria argelina, Madiba —título honorario que daban a los ancianos de su tribu, y con el que también se le conoce— recibió un entrenamiento militar.
Para Rodolfo Puente Ferro, presidente de la Asociación de Amistad Cuba-África, que gusta de los aforismos, la confluencia Nelson Mandela con José Martí, se impone. Desde su resistencia en la cárcel, Madiba demostró que «un principio justo desde el fondo de una cueva puede más que un ejército».
El Héroe Nacional cubano sentenció «hombre es más que blanco, más que mulato, más que negro». Mandela, en su alegato de defensa cuando iba a ser juzgado por oponerse a la dictadura blanca, expresó que la lucha contra la dominación blanca y negra «es un ideal por el que espero vivir. Pero es también un ideal por el que estoy dispuesto a morir».
Esa mañana cargada de recuerdos fue también una digna evocación a Patricio Lumumba, Agostinho Neto, Samora Machel, Amílcar Cabral, Sekou Toure, Kwame Nkrumah, Gamal Abdel Nasser, Oliver Tambo, Walter Susulu, Pierre Mulele, Kenneth Kaunda, y otros líderes africanos que quebraron lanzas por sus patrias y la unidad de su continente.
Luego del coloquio se presentó la novela de la narradora y ensayista sudafricana Nadine Gordimer (Premio Nobel de Literatura 1991), Capricho de la naturaleza, aborda los desgarramientos sufridos por su pueblo a causa del apartheid y las múltiples formas de resistencia al régimen racista.
La imagen, tomada por Raúl Pupo, fotorreportero del diario cubano Juventud Rebelde, muestra de izquierda a derecha, a Puente Ferro, Pascal Onguemby (República del Congo), Abdellah Laouari (Argelia), John Zumba Mvundura (Zimbabwe).

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