Como no iba a estar el día de la mona tenía que ser algo que no se estropeara, así que le hice una mona sorpresa con el molde de silicona de Escriba de Lekue y un molde en forma de huevo que compré especial para la ocasión.
La base la rellené de chuches (que le encantan) y en el huevo le metí una peonza de madera (uno de sus juegos clásicos preferidos).
Se la llevé a casa el jueves, para que la tuviera el día de la mona, pero ya le empezó a hincar el diente y seguro que a estas horas ya casi ni le queda.
Necesitarás:300 gr de chocolate con leche Nestlé PostresChuches al gusto1 sorpresa1 molde de cm1 molde para huevos1 pincel
Derrite el chocolate al baño maria y cuando esté en su punto, coge el pincel y empieza a pintar los moldes. Tienes que dar varias capas, hasta que quede con cuerpo y consistencia suficientes.
Después de cada capa has de meter los moldes en el congelador.
Una vez lo tengas listo, desmolda y rellena la base de chuches. Reserva unas pocas para decorar.
Para el huevo, desmolda las dos mitades y para pegarlas, pon un plato sobre la cacerola donde has calentado el agua del baño maria (ha de estar caliente). Coloca las dos mitades unos segundos sobre el plato, pon la sorpresa y juntalas hasta que se enfríe el chocolate.
Coloca el huevo sobre la base y decora con unas chuches, la pluma y el pollito (yo me olvidé del pollito, pero me quedó genial).
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