¿Una novela de suspense disfrazada de historia de amor?

Este mismo año os hablábamos de una novela de este mismo autor, Javier Castillo, cuando El día que se perdió la cordura llegaba hasta nosotros. Y hoy volvemos a él, para deleitarnos con una de las que será pronto una novedad en el panorama editorial, El día que se perdió el amor, una novela que siendo de suspense tal vez por su título esté disfrazada de historia de amor.

Si en El día que se perdió la cordura se nos retaba con la idea de “A veces el destino nos pone a prueba para que sepamos que existe”, aquí se nos adelantará la idea de que “A veces el amor te pone en el camino equivocado para que sepas cuánto duele”. Sin duda una novela cargada de suspense, pero también de amor, aunque tal vez no de amor romántico y con final feliz al que estamos acostumbrados.

De nuevo, con esta novela de Javier Castillo, nos trasladaremos hasta Estados Unidos, concretamente Nueva York, donde una joven des nuda aparece con diversas magulladuras en las oficinas del FBI. En este caso, será el inspector Bowring, siendo el jefe de la unidad de criminología el que deberá descifrar lo que se esconde tras una nota simplemente con el de una mujer que aparecerá decapitada en un descampado horas después.

La historia que se esconde tras el pistoletazo de salida de El día que se perdió el amor tendrá tantos cruces que incluso nos sorprenderán las diferentes conexiones, porque siendo una historia de venganza también habrá amor. Además, un caso que hace años no pudo resolver y que por tanto se desconoce el paradero de una joven, será otra de las cuestiones que den emoción a esta historia.

Una novela adictiva, con todos los ingredientes de una buena novela de suspense y que sin duda te absorberá desde el primer momento en el que decidas abrir una página de este libro. Ya te advertimos, no podrás parar.