Revista Cultura y Ocio

Una novela para disfrutar en la playa o en la piscina, Los Herederos de la Tierra

Publicado el 19 junio 2016 por Imosver

Una novela para disfrutar en la playa o en la piscina, Los Herederos de la Tierra¿Te gustó La catedral del mar? ¿Disfrutaste con cada una de las páginas de esta novela española tanto por autor como por contexto? Sí, ya hace tiempo que La catedral del mar llegaba a nosotros, diez años han pasado desde que se publicó esta fantástica novela, pero hay veces que se prefiere la calidad a la cantidad, de ahí que Ildefonso Falcones no haya vuelto a publicar desde entonces. ¿Has decidido ya donde leerás esta nueva maravilla literaria?

En esta ocasión en Los Herederos de la Tierra, encontramos una espléndida historia de lealtad. Además tendremos pequeños pasajes de amor, y de venganza, de nuevo acompañaremos a su protagonista a cumplir sus sueños, unos sueños quizá nada sencillos para el tiempo que le ha tocado vivir. Se trata de una emocionante historia en la Barcelona de 1387, y de nuevo las campanas de Santa María del Mar vuelven a sonar o quizás nunca lo han dejado de hacer, lo cierto es que en el barrio de la Ribera para alguien a quien nosotros prestaremos especial atención el repique de las campanas no pasa desapercibido.

La novela de Los Herederos de la tierra nos será descubierta y llevada de la mano de Hugo, el hijo de un marinero ya fallecido. A los doce años ya ha de trabajar, pero aún así sus sueños no se han quedado atrás. Por desgracia, nuestro protagonista habrá de enfrentarse a la dura realidad, nada sencilla para un niño casi hecho adulto de pronto y por azares de la vida.

Ildefonso Falcones el escritor de esta novela ambientada en la Barcelona medieval conoce muy bien todos los entresijos de aquella época, por lo que nos guiará de manera excepcional por las callejuelas de esta ciudad por aquel entonces simplemente empedrada, pero también nos descubrirá la perfección de la época feudal, desvelando los entresijos de la nobleza por desgracia corrupta y que tiene más influencia sobre la vida de los ajenos a ella de la que debería.


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