En el blog de Imosver siempre nos hacemos eco de la buena literatura, de los escritores que más gustan cuando hablamos de lectura, por eso no es la primera vez que os hablamos de Svetlana Alexievich, la cual fue Premio Nobel de Literatura en 2015. Os contábamos que Svetlana era la primera periodista Premio Nobel, pero además os hablábamos de sus historias desgarradoras de guerra, historias directas y crueles. Hoy os venimos a hablar de su obra inédita, estrenada este 2016, titulada Últimos testigos.
Entre las páginas de Últimos testigos conoceremos la historia de unos niños que sobrevivieron a la segunda guerra mundial, que ganaron la batalla a esa cruenta historia que no tenía nada que ver con ellos. La Segunda Guerra Mundial ha sido un tema muy recurrente para muchos escritores, pero lo cierto es que ninguno de ellos se había atrevido a tratar el tema desde el punto de vista que lo hace Svetlana.
En Últimos testigos nos acercaremos a una realidad en la que la guerra dejó a millones de niños muertos, pero además millones de niños huérfanos, a los cuales la Segunda Guerra Mundial les robó la esperanza de seguir adelante, y los devastó por dentro y por fuera. Svetlana nos acerca esta historia a través de los niños bielorrusos, tan cercanos a sus orígenes, pero las historias de Últimos testigos, la podríamos extrapolar a la vida de cualquier otro niño de aquel tiempo en Europa.
En cierto modo, en el libro de Últimos testigos encontramos un retrato casi personal de Svetlana, porque fue ella misma quien entrevistó a esos huérfanos para ponerse en su piel y creó un entramado de historias que nos llegan a nosotros de la manera más emocionante. Un relato de tragedia para no olvidar los horrores de aquella época. Se trata de un retrato coral, una memoria conjunta de todos aquellos huérfanos que salieron adelante gracias a su valor, pero también debido a su sufrimiento. Svetlana confesó en una entrevista que ella se dedicaba a la historia omitida, un ejemplo es este libro de los Últimos testigos.