Una puta con horario de oficina

Es tarde, muy tarde, tardísimo. Debería ir por el quinto sueño de la noche a falta de un par de horas para que vuelva a sonar el despertador, pero desde hace unos días arrastro una inquietud interior o desazón —como prefieras llamarla— que acaba de sacarme literalmente de la cama. Creo que nunca me había sucedido nada semejante, pero esta primera vez también tenía que llegar antes o después... 

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Todo comenzó mientras preparaba la lista de reproducción del mp3 para mi última carrera popular antes de la San Silvestre Vallecana 2012. The Rolling Stones, Red Hot Chili Peppers, KISS, Green Day, Extremoduro, M Clan, Lenny Kravitz... en otras palabras, mis clásicos. Por x motivos siempre "cuelo" algún nombre diferente y en esta ocasión hubo uno que destacaría sobre cualquier otro: Melendi. ¿Qué añadir sobre el asturiano Ramón Melendi a estas alturas de la película? Así es, uno de tantos músicos que se dejan la piel por una oportunidad y de los pocos que no sólo tienen esa oportunidad —su Con la luna llena fue la canción oficial de la Vuelta Ciclista a España '04—, sino que la aprovechan y triunfan. Claro, precisamente ese es el problema para much@s. Vender discos y más discos, aparecer en TV y en las revistas, sonar en las radiofórmulas... pues eso mismo, cuando un músico disfruta de cierto éxito, hay gente que casi automáticamente olvida todo el trabajo anterior y no valora lo que debería valorarse. Sucede con Melendi, con Fito y con tantos otros, ya sabes.
Y cada uno tentrá su idea de qué es valorar. Sin ir más lejos, tú que estás ahí al otro lado tendrás la tuya, claro, como es lógico, pero la mía es esta que trato de explicar a continuación y se aleja de lo musical. Amigo —más o menos íntimo—, familiar —más o menos cercano— o pareja —más o menos querida—, da lo mismo. Quizás también tengas por ahí a alguien acostumbrado a que seas tú quien dé el primer paso en todo momento y circunstancia. Alguien que no duda en dejarse llevar por mucho que le apetezca decir o hacer algo, por mucho que lo sienta y le salga de dentro; esperará a que lo hagas tú o tal vez ni siquiera lo hará. ¿Y por qué motivo? Existen muchas teorías y la ciencia aún no se ha decantado por una en particular, pero durante muchos años he escuchado la misma: "Es que yo soy así". 
Te prometo que no hay cosa que me saque más de quicio, de mis casillas o de donde sea que esa respuesta o su variante "porque soy así". De verdad, ¿qué clase de explicación es esa? ¿Entonces qué soy yo, un largarto de V? ¿Acaso yo no soy yo?, ¿soy el vecino?  Por supuesto que tú eres tú, eres como eres, y yo soy yo y soy como soy. Y como nadie en su sano juicio dudaría de algo así —a no ser que se trate del guión de una película de los Hermanos Marx—, jamás he entendido la dichosa contestación. Podrás ser más o menos extrovertido, tímido, sociable, agradecido, pasional, cariñoso.... pero insisto, ¿eres un lagarto de V? 
Por muy frío que sea el carácter de una persona, lo que corre por las venas de todo el mundo es sangre caliente. Y eso tiene que hacerse ver al menos con la gente que se lo merece, pues al final podrías perderla y entonces ya sería tarde para valorarla. Si después de 10 años tu mejor amigo no fuera capaz de preguntarte "¿te encuentras bien?" o "¿necesitas hablar?, ¿nos vemos hoy?" sabiendo que algo podría preocuparte tanto como para sacarte de la cama, ¿cómo te sentirías? ¿Podrías justificarlo de alguna manera? Quizás sentirías que, mientras tú has estado preocupándote por la gente que te rodea, intentando hacer las cosas lo mejor posible —por muy torcidas que salgan a veces—, sacrificándote cuando ha sido necesario porque querías pensar que en tu lugar harían lo mismo y dándolo todo sin esperar recibir nada a cambio, no se te valora como mereces. ¿Cabe la posibilidad de que tengas una imagen distorsionada de ti y precisamente estés recibiendo aquello que mereces? Podría ser...
"Una puta con horario de oficina", canta Melendi en su último single: Lágrimas desordenadas. Paso de que ahora vaya de rockero cuando se dio a conocer a base de rumbitas, no me importa que suene cada dos por tres en esta radiofórmula y en esa otra también. Paso de todo porque me quedo con unas letras que de vez en cuando encierran algo que me llama la atención y remueve mi sangre caliente. Si no es una estrofa, un simple verso y si no, una palabra. Así que ahora que ya sabes de dónde viene el título del post y lo poco que tenía que ver con el cuerpo del mismo, podemos descansar los dos, que al reloj tampoco se le puede engañar y yo también dejé al sueño "patas arriba". Por cierto, en poco más de 24 horas tenemos una cita en el programa 200 de RADIO ROCK 'N' ROLL, de manera que ya te contaré por aquí cómo fue...