Por Bernardo Villar
Una vida avanzada es una vida auténtica. Una vida por elección, una vida con propósito, una vida intencional.
La mayoría de la gente vive sin saber por qué, haciendo lo que la gente hace, siendo quien se espera que sea sin haberlo elegido nunca y sin siquiera darse cuenta de ello. Siendo usados por una conversación que se desconoce y ni siquiera se puede ver en su cotidianidad.
Cuando paras y ves cómo percibes al mundo y cómo te expresas en él tienes la posibilidad de salir del automático. De elegir, de crear algo nuevo, de ser auténtico.
Cuando vives una vida auténtica puedes elegir ser lo que quieras ser para crear la vida que quieres crear.
Llegar a esa vida auténtica muchas veces requiere romper con la vida como se conoce, con el mundo como se conoce y con uno mismo como se ha sido hasta el momento para poder crear una nueva interpretación del mundo, de cómo es la vida y de quién es uno mismo para alcanzar lo que nunca has alcanzado.
No se trata de invalidar todo lo anterior. Se trata de honrarlo e ir por más. Es darse cuenta que la zona de confort no tiene paredes y que podemos ir más allá de ella todo el tiempo en un proceso de descubrimiento y creación constante.
Una vida avanzada es estar comprometido(a) a vivirla todo el tiempo en el siguiente nivel.