En casa, aunque no nos disfrazamos ni salimos a buscar caramelos (aunque os confieso que a mi me encantaría jaja) lo celebramos un poquito. Bueno, más bien lo celebra mi cocinillas con un maratón de pelis de miedo hasta las tantas y yo le acompaño a regañadientes... por que a mi... ¡no me gustan las películas de miedo! Así que os podéis imaginar la noche que paso... ays... menos mal que al día siguiente suele compensarme poniendo alguna comedia jeje (y si no lo pensaba hacer, aquí lo dejo caer, por si acaso.. jaja). Aún así intento que la noche se me haga un poco más amena preparando algo de comida divertida y un poco "guarripeich", que parece que los sustos pasan mejor jajaja.Y buscando ideas me topé con las momias salchichas, que el año pasado inundaron todos los blogs y yo, por una cosa o por otra, no las pude preparar y me quedé con las ganas... Así que me dije, aunque puede que la gente ya esté harta de verlas ¡de este año no pasa! que luego intentas preparar estas cosas al cabo de los años y no te acuerdas ni de cómo se llamaban ;).
Me encanta la receta por que es divertida, súper sencilla ¡y riquísima! es como comerte unos perritos calientes con un pan un poco más rico jeje. Como a mi esta vez me sobró un poco de masa, aproveché para probar a hacer unos sencillos panecillos en forma de ataúdes que están riquísimos para dipear o untar cualquier paté, queso crema o incluso prepararos unos mini sándwiches.
Ingredientes (para 2 personas)
- 4 salchichas
- 1 lámina de masa para empanadas
- 1 huevo
- Ketchup o mostaza para acompañar (y decorar)
Estira la masa para empanadas y, con la ayuda de un cuchillo, corta tiras de medio centímetro aproximadamente. Si no te quedan iguales, se rompen o lo que sea ¡no pasa nada! Recuerda que vamos a hacer unas "espeluznantes" momias y las vendas no las suelen llevar perfectas ;).
Pon a precalentar el horno a 200 ºC, calor arriba y abajo.
Seca un poco las salchichas con una servilleta de papel para que la masa se pegue mejor y comienza a envolver cada la salchicha con las tiras de masa. No te olvides de dejar un espacio en la parte superior para ponerle luego unos ojos.
Pon papel de hornear sobre la bandeja para evitar se pegue la masa y coloca encima a tus momias. Bate un huevo y con la ayuda de un pincel pinta toda la masa.
Mételas en el horno unos 30 minutos, hasta que la masa esté hecha y tenga un tono dorado.
Con un poco de mostaza o ketchup puedes dibujarle unos ojos y todos los adornos que quieras.