Uno de los sueños de nuestra niñez, antes de la Transición, era poseer un tren eléctrico en miniatura. Difícil de conseguir porque estaba al alcance de muy pocas economías. ¿Que pasó con aquella afición? Hoy todo son trones, motores de explosión miniatura, aeromodelismo etc. Esta curiosa entrevista ilustra un poco el tema en la distancia
EXPOSICIÓN TRENES MINIATURA
Veinticinco mil visitantes durante las vacaciones
-Quinientos metros de vías, dos kilómetros de cables, cien aparatos electromagnéticos y un mes de trabajo.
-Éxito de las Asociación de Amigos del Ferrocarril
Miles de visitantes, miles de metros de cables, cientos de metros de vías, un mes intenso de trabajo y un grande y exquisito mimo son algunos de los ingredientes utilizados por la Asociación de Amigos del Ferrocarril en la maqueta gi¬gante instalada en el Palacio de la Diputación como ayuda a los fines de APROSUB. Al filo del cierre de exposición —aunque seguirá abierta los sábados y domingos de este mes. Hemos abordado al pre¬sidente de la Asociación de Amigos del Ferrocarril en miniatura se entiende) don Luis Abréu, quien nos res¬ponde entre los problemas de un descarrilamiento, un cambio de vías que no funciona o una máquina que se cansa de hacer casi un centenar de kilómetros.
— ¿Qué es la Asociación de Amigos del Ferrocarril?
—Una reunión de señores que tiene como principal misión el fomentar la afición a los ferrocarriles en miniatura y el pro¬mover esta afición como una forma de manifestación cultural.
--¿Socios con que cuenta?
— Se inició con media docena escasa de socios y hoy sobrepasamos el medio centenar.
--¿Hay mucha afición al ferrocarril miniatura en Córdoba?
— Sí. mucha más de lo que nosotros pensábamos en principio.
--¿Que actividades desarrolla la Asociación?
Pues de momento el montaje de este tipo de exposiciones.
Esta ya es la segunda que montamos. Cuando cantemos con más socios ampliaremos el campo a actividades, como una exposición permanente de trenes miniatura, facilitar la adquisición de este material, que es caro, a los socios, e incluso el rescatar alguna locomotora antigua y exponerla en algún jardín público.
AFICIÓN INTERNACIONAL
— ¿Qué os empuja a los mayores a esta afición?
—Creo que un simple hobby, una afición más. Una especie de 'chifladura que tenemos todos los que estamos aquí.
— ¿Una chifladura cara?
—Depende como se tome. Realmente el material es caro, pero se va reuniendo en mucho tiempo.
— ¿Es muy amplio el mercado de este tipo de miniaturas?
—En España parece que últimamente se está fomentando bastante. Hay unas diez o doce asociaciones que están federadas y que son como una consecuencia más del nivel de vida. En Inglaterra, Francia y en toda Europa y EE.UU. la afición es enorme: hay clubs, convenios entre fabricantes para construir, con modelos y medidas internacionales, cuentan con revistas y libros especializados, etc. Nosotros aún no cantamos con este montaje.
-¿Por qué se ven tienes de distintas escalas?
—Esto es consecuencia de convenios internacionales. Está la escala cero, que son aquellos trenes antiguos de cuerda que había antes, está, la Hache-cero, que es la que tenemos aquí y finalmente está la N, que es aproximadamente la mitad que ésta. La HO tiene 16,5 milímetros de anchura de vías y la N, 9 milímetros.
INCREIBLES CIFRAS
—Hablemos ahora de esta exposición. ¿Cuántas personas han venido a verla?
—Yo calculo que unas veinticinco mil personas, de ellas nueve mil mayores y diecisiete mil niños.
— ¿Y las características de la maqueta que han montado ustedes?
—La maqueta se ha montado en el tiempo récord de un mes cuando el tiempo normal para su montaje es de tres meses. Tiene unos quinientos metros de vías, pueden circular por ella hasta 18 trenes a la par, tiene dos circuitos totalmente independientes y dos kilómetros de cable de conexiones y unos cien aparatos electromagnéticos de control del movimiento de trenes.
— ¿Si hubiera que valorar en cifras el montaje?
—El montaje, sin contar el material que han aportado los socios, ha costado cincuenta mil duros. Si se valorara este material aportado por los socios y el de la Asociación pues creo que el valor de lo expuesto supera el millón de pesetas.
E. O.
Publicado en la edición cordobesa de El Correo de Andalucía el 12 de enero de 1978