Unos padres ejemplares

Ésta es una historia especial. Se trata de una carta ilustrada que mi hermana y yo enviamos al periódico Diario Córdoba hace unos días. Es un pequeño homenaje a nuestros padres. Como no sé si se publicará al final hoy, además sería la versión "corta", aquí dejo la version completa de la carta.
Unos padres ejemplares
El filósofo Ortega y Gasset acuñó la frase Yo soy yo y mi circunstancia para explicar la idea de que nuestra forma de ser es consecuencia de las experiencias y hechos vividos desde el nacimiento. Efectivamente, en muchas ocasiones son los propios padres los que más influyen en nuestra personalidad. Así ha sido en nuestro caso, puesto que ambos decidimos hacer del estudio de la Naturaleza nuestra forma de vida, ya sea investigando células (Laura, doctora en biología) o estrellas (Ángel, doctor en astrofísica), gracias a nuestros padres, Ángel y María José. Nuestra devoción por la Ciencia, los bosques, los animales y la vida en general ha sido inculcada y mimada por ellos desde que éramos pequeños, no sólo con palabras sino con hechos. Además de todos los libros, telescopios, microscopios y juegos científicos que recibimos en nuestra niñez y juventud, nuestros padres nos han subvencionado una educación universitaria, gracias a la que ahora vemos cumplidos nuestros sueños infantiles de dedicarnos a la Ciencia. Como muchos cordobeses nacidos en las década de los cincuenta y sesenta del siglo pasado, ellos no pudieron estudiar (en realidad, ya estaban trabajando con apenas catorce años). Pero eso no les ha impedido promover en nosotros otras aspiraciones, una responsabilidad, y ese afán de conocimiento y superación personal.
Hoy, 26 de febrero de 2010, nuestro padre, Ángel López Bustos, cumple 60 años. Creemos que esta onomástica es una excusa perfecta para dedicarles unas líneas a él y a nuestra madre, María José Sánchez Vargas. Queremos agradecerles públicamente todo lo que se han esforzado por nosotros y habernos hecho las personas que somos hoy día. Además, es también un merecido homenaje a unas personas ejemplares, que tienen no sólo nuestro respeto y afecto sino el de mucha gente, amigos y familiares, que los quieren y aprecian.
Nuestra niñez y juventud está llena de momentos felices junto a ellos, desde largas excursiones por la sierra cordobesa hasta aquellas cenas con chuletas en la chimenea, mahonesa casera recién hecha, y juegos de dados o cartas sobre la mesa. Sin olvidar la ilusión que siempre han puesto el día de Reyes. Puede que muchas veces no estamos de acuerdo con su forma de pensar o actuar, pero están siempre ahí cuando los necesitamos. En última instancia, nuestros padres nos han dado lo más obvio e importante, que es nuestra propia vida. Y en el fondo es el hecho de estar vivos, que podamos sentir, pensar, reflexionar, lo que hay que festejar. Atesorar cada momento de felicidad en las pequeñas cosas cotidianas que, día a día, compartimos con los demás. Somos polvo de estrellas que el proceso natural de la evolución de la vida ha convertido en seres pensantes. Sin embargo, la belleza del Cosmos tiene sentido porque, en el vasto espacio y en la inmensidad del tiempo, convivimos juntos aquí y ahora. Papá, mamá, gracias de corazón por hacernos entender todo ello, ayudarnos a superar los problemas y alentar nuestras ilusiones. Verdaderamente, sois unos padres ejemplares.
Ángel R. y Laura M. López Sánchez
Pues eso, felicidades papá. Gracias por todo. Tú cumples sesenta, ¡y este blog justo 10 veces menos!