La inyección de dinero público a Bankia vuelvo a poner en el punto de mira la política financiera del Gobierno español.
Es muy difícil explicar a los ciudadanos, ya ajustados, recortados, reformados y maltratados, que se pueda ayudar a las entidades financieras con miles de millones mientras se recorta en servicios sociales tan básicos como son sanidad y educación.
La cifra que se inyectará a Bankia oscila entre 7.000 y 10.000 millones de euros, cifra al parecer absolutamente insuficiente par salvar a la entidad financiera, considerada como la "mayor inmobiliaria" de España, que tiene activos "nocivos" vinculados al ladrillo por valor de 31.800 millones de euros.
La marcha de su presidente, el señor Rato, sea voluntaria o forzada por el propio Ejecutivo, es una "marcha de oro" ya que se va con una indemnización de 1,2 millones de euros.
Estoy de acuerdo con la reflexión del autor del Blog Salmón en relación con esta millonaria e indecente indemnización: "Y perdonad mi inocencia pero esta es una de las cosas que no alcanzaré a entender jamás: llegas a una caja quebrada, haces una gestión pésima que la aboca a una situación aún peor, cuando todo se vuelve negro te marchas, le cuestas a los españoles prácticamente lo mismo que los recortes en Sanidad y Educación, y encima te llevas una indemnización millonaria en el bolsillo. Permitidme que lo diga porque si no lo hago reviento: vamos camino de convertirnos en una república bananera".
De nuevo se pone de manifiesto la necesidad de crear una Banca Pública como ya hace meses propone la "Plataforma para la Nacionalización de las Cajas de Ahorro". El primer paso sería la conversión de las Cajas en entidades públicas que respondan a las reivindicaciones que se explican en este enlace.
Si está de acuerdo, por favor firme la petición para la creación de una Banca Pública.