Hace unos días me cayeron los 45 años, y leo que según estoy escribiendo esta entrada, la D.O. Rueda inicia su vendimia cuadragésima, datos curiosos. La vendimia se inicia con las uvas sauvignon blanc y chardonnay, cuyo ciclo vegetativo es más corto y maduran antes. Es la primera vendimia de chardonnay dentro de la D.O. Rueda, así como la primera en la que se producirán los denominados Grandes Vinos de Rueda, procedentes de viñedos de más de 30 años, buscando la excelencia. La uva verdejo ha comenzado a vendimiarse esta semana, para completar la producción que este año 2020 salga de sus 19800 hectáreas dentro de la D.O., siendo el verdejo un 88% del total. Se generaliza la vendimia nocturna y mecanizada, y este año con especial cuidado con las medidas higiénicas necesarias para prevenir contagios de COVID19 durante los trabajos de la vendimia. Deseo que todo salga bien y los vinos de este año nos hagan olvidar todos los sinsabores, como hizo este vino de Rueda que hoy os traigo.
El V Malcorta 2019 está elaborado por Bodegas Javier Sanz desde La Seca y pertenece a la D.O. Rueda. Es una bodega de la que hemos hablado en entradas anteriores, incluso comentando una visita a la propia bodega. Con respecto al vino que no ocupa, está elaborado con uva verdejo malcorta, una uva casi extinta y que ha encontrado una nueva vida en esta bodega de La Seca, desarrollando con éxito su clon en las apenas 5,5 hectáreas con las que cuenta de esta uva. Una de sus características fundamentales es una maduración más tardía que la uva verdejo común, lo que le da un punto diferencial de acidez, y que se muestra nada más meter la nariz en la copa. A ello también ayudan los cinco meses de crianza con sus lías, dando una producción de 12000 botellas para este 2019. Presenta un color amarillo pajizo pálido, destellos áureos. Interesante nariz, diferente, cítricos amables y fruta blanca, nada de exotismos perfumados, ni falta que le hace. Deliciosa entrada, acidez franca y gustosa, cuerpo medio, se agarra al paladar, con una largura notable, elegante y con frescura. Una vez más, marca distancias con un verdejo de la misma crianza en lías, siendo singular y me atrevo a decir, necesario. Además, como ya me pasó en otra ocasión que probé este vino, V Malcorta 2014, la añada aún eleva un punto más su calidad. Enhorabuena.
R.
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