Soy una adicta al cine. Soy una adicta a Disney. Si a los dos, lo reconozco. El resultado de la combinación de ambos factores fue que, el pasado fin de semana, no pudiera evitarlo y acudiera rauda y veloz a ver el estreno de Cenicienta.
La nueva versión de la que ya es un icono entre las princesas Disney, nos trae una película en la que los personajes del clásico de 1950 son de carne y hueso. Lily James es la encargada de interpretar a Ella, la cabeza de una cinta que nos trae una historia de amor ambientada en un escenario bucólico y de lo más azucarado. Cabe mencionar que le príncipe no es, ni más ni menos que Richard Madden, el guapísimo Rob Stark de Juego de Tronos (a lo largo de toda la película, una amiga estuvo literalmente babeando por este hombretón que hipnotiza con semejante mirada). ¿Quién no querría que sus pirara por una semejante principito?
Cenicienta trae lo que promete. Como ya es tradicional en los live action de Disney, se cuida hasta el último detalle. El guión mantiene el ritmo, si bien en algunas ocasiones es un pelín lenta-exceso de azucar y Ella resulta demasiado… delicada. No obstante, la cinta sabe transmitir ese mensaje moralista de “la generosidad es buena” y “todo el mundo recoge lo que siembra”.
Por mi parte, reconozco que de las últimas versiones que he visto de los clásicos... Cenicienta se ha alzado con el primer puesto en el ranking. No esperéis una historia innovadora, el cuento es el que es, pero Chris Weitz con este nuevo guión ha sabido enriquecer la trama que todos ya conocemos y darle ese puntito que harán que no te levantes de la butaca en las dos horas que dura la película. No puedo olvidarme de hacer una mención especial a su Banda Sonora, llena de canciones preciosas con el sello inconfundible de la casa del ratón ¡fantástica!
¿Quién no sueña con su príncipe azul? ¿Quién no quiere ese zapatito de cristal? ¿Alguna piensa que si llega su hada madrina le daría la espalda? ¡JA! En definitiva, la Cenicienta reinterpreta una historia que nos recuerda lo que es querer y ser queridos. ¡Marchando una de amor!
¿Y vosotr@s? ¿La habéis visto? ¿Tenéis ganas? ¡Contadme!