Una nueva vacuna terapéutica trata la obesidad suprimiendo la hormona que estimula el apetito, reduciendo así la ingesta de alimentos e incrementando la quema de calorías. ¿Suena bien no?, el problema es que por el momento se trata de un mero experimento que vienen probando con ratones, aunque sin duda promete.
La hormona a la que nos referimos es la ghrelina, una hormona que sintetiza el estómago y que a su vez estimula la secreción de la hormona del crecimiento. Además la ghrelina favorece la regulación de nuestro metabolismo energético, y en anteriores investigaciones se había observado que la administración de ghrelina en roedores incrementaba su apetito, dando lugar a un aumento del peso corporal y adiposidad.
Esta nueva vacuna anti-ghrelina podría convertirse en una tratamiento alternativo para combatir la obesidad, pero no sería un remedio milagroso ya que a su vez requeriría un implicación del paciente para que cumpla con una dieta saludable y realice ejercicio físico de forma regular.
Técnicamente, la vacuna echa mano de un virus no infeccioso para transportar la ghrelina, de esta manera provoca una respuesta inmune que acaba dando lugar a una supresión de la hormona objetivo. Los resultados registrados en las pruebas hablan de una reducción del apetito de casi el 20% en 24 horas, y del 50% tras la última vacuna del tratamiento. ¿Alucinante no?.
Además los efectos de cada vacuna duran dos meses, pero teniendo en cuenta que los ratones viven 18 meses, en humanos estaríamos hablando de 4 años!. Y por si todo esto fuera poco, los investigadores no han observado ningún efecto tóxico como consecuencia de la vacuna.
Toda la investigación se ha llevado a cabo en la Universidad de Oporto.
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