Ya es poco lo que nos queda para finalizar el 2012. Es momento de hacer un balance sobre las metas que hemos alcanzado, las oportunidades que se nos presentaron de imprevisto, las decisiones tomadas de última hora, el trabajo que está en proceso y los proyectos que han quedado para luego.
Según mi percepción cuando un año termina, también lo hace un ciclo en nuestras vidas, pero ello no debe significar el fin de nuestros proyectos. Más bien todo lo contrario, una oportunidad más para reafirmar nuestros compromisos personales y ajustarlos a un nuevo escenario, los cuales podemos aderezar con mucha actitud positiva, optimismo, confianza y entusiasmo.
Es por ello que estas fechas son propicias para escribir nuestra lista de propósitos para el 2013, que nos servirá de punto de partida para plantearnos nuevos objetivos y comenzar a trabajar en ellos.
Aunque para muchas personas una lista de propósitos sean tan sólo un ritual, para otros es mucho más que eso, pues dejan sobre papel los deseos que esperan alcanzar en el próximo ciclo. Ante esto es muy importante no sólo escribirlos, sino visualizarlos, imaginarnos dentro de ese logro anhelado.
En este sentido, me permito compartir un párrafo de un post que contiene tips interesantes sobre este tema, puntualiza que “los deseos y los propósitos son distintos, los primeros se visualizan con la palabra QUIERO y los segundos comienzan con un verbo en infinitivo. También es muy importante cuidar la redacción de sus propósitos y deseos y evitar la palabra NO puesto que nuestro cerebro (está comprobado así como les sucede a los niños) se le dificulta reconocer el negativo, es decir lo omite. Es por ello, que a un niño que le dices “NO TOQUES” ¿qué hace? pues tocar, porque su cerebro registró el “TOQUES”. Así que si queremos escribir un propósito por ejemplo como NO GASTAR se deben emplear sinónimos como AHORRAR o EVITAR, DEJAR, REDUCIR”. (DB’s Blog)
Escribiendo objetivos
Para quienes deseen tomarse con un poco más de formalidad este ejercicio, es preciso tener presente que los objetivos (que puede contener lo que deseamos o una meta tan tangible como un propósito) tienen algunas características a ser tomadas en cuenta, entre las que destaco: