Si la pasada semana nos quitamos las cadenas o, mejor dicho, iniciamos el repaso de discos en directo con el “Bestival Live 2011” de The Cure, esta semana hacemos lo mismo a la hora de abordar el análisis formal de una banda sonora original de una película. Me enfrento a la hora de escribir este post a un proyecto ambicioso, ya que aunaré a partes iguales el análisis formal de las canciones o temas, su inserción en la película y la sensación que pueden causar.
Advierto: a todo aquel que no haya visto “Blade Runner” y tenga la suerte de tener pendiente enfrentarse a su primer visionado, le recomiendo que no lea el presente post hasta haber visto la película, ya que mi artículo va a estar repleto de “spoilers” o, dicho en cristiano, revelaciones del argumento que le quitarán la magia y el encanto al visionado del film, desvirgándoles en el universo de “Blade Runner” con una vulgar violación. El resto, todos aquellos que la hayan visto, y sobre todo a todos los que quedaron prendados por la película, considerándola como una de sus favoritas de todos los tiempos (como es mi caso, la cual la verán siempre en mi top 5 de preferencias en todos mis perfiles de usuarios de redes sociales o de Blogger), espero no decepcionarles.
Hablemos un poco de Vangelis. Del compositor y creador musical griego he de decirles que no sé demasiado (evito poner su nombre real, porque me da vértigo). Solamente, afirmar que es un visionario del sonido y que en su día tuvo mucha relevancia, al estilo en parte de lo que por su lado tendría Jean Michel Jarre (esto no es decir mucho, ya que todos más o menos lo tendrían claro) y que a comienzos de los 80, cuando recibió el encargo de crear el universo sonoro de “Blade Runner”, ya tenía en su poder un premio Óscar por la banda sonora de la resultona y siempre emotiva “Carros De Fuego”.
“Blade Runner” es un peliculón. Tal cual. Es una de esas películas que llegados al final te desmorona los arquetipos e ideas previas que te habías estado haciendo sobre cada uno de los personajes que forman parte de la misma durante todo el metraje. Está plagada de diálogos memorables, personajes inolvidables y llenos de carisma y elementos visuales fácilmente asociables al film, además de contar con algunas escenas de quitarse el sombrero. No obstante, “Blade Runner” no sería lo que es si se le quita la perfecta envoltura sonora que tiene y que es mano de Vangelis, el cual por este trabajo se merece entrar en el olimpo de la música. Analizaré la edición de la banda sonora que se editó en formato cd en 1994; no me voy a meter en la última edición de 3 cds que se sacó al mercado, sino que me quedaré con el sintético pack de 12 temas. En el título del post me había planteado respetar el año de la película, 1982, más que el de la edición, remasterización o compilación de los temas para dar lugar a ese conjunto mágico de 12 composiciones. Bueno, pasemos a ello. Comenzamos el viaje.
Se abre con los títulos principales, una pista en la que se incluye la voz de Deckard (el policía cazador de androides o replicantes de la denominada brigada Blade Runner que encarna Harrison Ford) en sus primeros segundos, cuando está analizando informáticamente una fotografía encontrada en la casa que habita el androide Leon Kowalski, y en los momentos en los que ve por 1ª vez a la replicante nexus-6 Zhora, interpretada por Joanna Cassidy. Tras esos sonidos y la voz de Deckard pidiendo correcciones a su editor de fotos, se da paso a los sintetizadores y notas tan solemnes que nos dan la bienvenida a la película cuando se ve ese plano principal de esa gris, sucia y decadente ciudad de Los Ángeles en el futuro (a día de hoy no tan lejano) y en el que vemos el edificio de la Tyrell Co., empresa que crea los replicantes. La siguiente composición, “Blush response”, hace referencia a las respuestas ruborizantes que se buscan provocar en el test “Voight-Kampf” que los policías de la brigada Blade Runner hacen para identificar a un replicante. En esta pista escuchamos el diálogo que tiene lugar cuando Rachel, encarnada por una llamativa Sean Young, y Deckard se ven por 1ª vez en el despacho de Tyrell, con un atardecer de acero y oro viejo tal como describiría Tino Casal en “Bailar hasta morir”, y también escuchamos al propio Tyrell cuando reta a Deckard a hacer el test a Rachel, tras lo que Deckard descubre que Rachel en un nuevo modelo de replicante, dándose ella misma cuenta de la situación, hecho crucial en la película. Las 2 siguientes composiciones tendrán a Rachel como protagonista. En el 1º, de factura misteriosa, sinuosa, atmosférica y vagamente hipnótica, “Wait for me” se escucha al personaje de Rachel hablar a Deckard y oímos por 1ª vez las notas acertadas de saxofón que tendrán mucho protagonismo en otro de los cortes de la banda sonora. En el 2º de los momentos sonoros encadenados con Rachel como protagonista y 4º tema del listado está dedicado directamente a ella, (se ve en el título al llamarse “Rachel’s song”), el cual es de los temas más bellos del conjunto global de la obra, con unos coros femeninos realmente impresionantes. Y no dejamos de lado del todo a Rachel, ya que el “Love theme” es uno de los temas más recordados de la película, básicamente porque como supondrán da cobertura a esos momentos de lucha interna de los personajes de Rachel y Deckard en la casa de este último, a la que terminan por sucumbir ambos, besándose intensamente, con una actitud severa y casi violenta de Deckard. El saxofón alcanza unas cotas románticas increíbles y nos muestra uno de los momentos más bonitos en estos terrenos de la historia del cine, todo ello desarrollado en esas luces nocturnas de estores de rejilla que ambientan la casa del policía especializado en retirar replicantes. Llega acto seguido el momento casi costumbrista y exótico que supone la canción “One more kiss, dear”, de factura sonora reminiscente de los años 40 o 50, que casi me imaginaba yo en su día de ambientación cuando Deckard se estuviera afeitando por la mañana; por el contrario, esta canción, a la que poco a poco se le va cogiendo el punto, sirve para orquestar otro momento costumbrista, que es cuando Deckard está deglutiendo comida rápida en esos puestos en mitad de la calle tan característicos de los barrios chicos que jalonan este particular Los Ángeles que representa la película.“One more kiss, dear” sirve como interludio porque tras la misma llega otro de los grandes momentos. Es la composición perfecta para ambientar el cine negro que en cierto modo también desprende “Blade Runner”. En el blues de “Blade Runner”, esos sintetizadores desolados, lejanos, vagos y lánguidos, casi reflexivos, sirven para ilustrar la soledad y sordidez del policía que es Deckard y ambienta ese momento duro que sufre cuando retira a la replicante Zhora; acompaña a una de las escenas más bellas y mejor rodadas desde el punto de vista formal de la película. Ver como Zhora recibe los disparos en esa huída desesperada después de que Deckard la visitara a su camerino en el show de stripper en el que trabaja, y comprobar como va rompiendo los cristales de una galería de tiendas de ropa, en mitad de la nieve y a cámara lenta, es un prodigio y algo digno de enseñar en cualquier escuela de cine que lleva la marca de Ridley Scott, el cual se anotó más que un tanto filmando esta excelsa escena. “Memories of green” es una delicada composición de piano, bastante bonita y emotiva, que sirve para ilustrar esos momentos de la película en los que Rachel analiza sus recuerdos para comprobar si de verdad son injertos artificiales implantados en su mente por Tyrell (quizás recuerdos propios de la sobrina de éste según Deckard) o son experiencias reales. Resulta realmente triste ver esa foto en blanco y negro en la que se ve a la supuesta Rachel de niña, con una madre que nunca tuvo; desgarrador y realmente emocionante. “Tales of the future” cuenta con una sorprendente voz de Demis Roussos y sirve para ambientar esa atmósfera noctura y las calles sombrías que forman parte del universo de la película. Realmente inquietante y sorprendente. “Damask rose” continúa por la senda de lo exótico y misterioso y quizás sea el momento menos memorable de los 12, ya que a continuación se presenta el tema tan contundente y rotundo que se compuso para los títulos finales, y que a la larga ha sido el tema que más ha permanecido en la memoria colectiva, sobre todo porque fue sintonía de un programa de televisión durante mucho tiempo. Es un tema siniestro, oscuro, agresivo y que impide que te relajes incluso en los títulos finales (más efectista si cabe si ves el final primero, en el que no hay apéndice romántico con imágenes que se tomaron prestadas de descartes de “El Resplandor”). Es curioso que en este conjunto editado en 1994 se sitúe al final “Tears in rain”, con ese monólogo para la historia del replicante Roy Batty al final del film, en el que te planteas quién era el bueno y quién era el malo en la película. Realmente el comportamiento agresivo y atroz de los replicantes deriva de su indignación por no poder vivir más y estar programados con fecha de caducidad. La muerte de Roy Batty, tras salvar a Deckard de caer al abismo, soltando al momento ese paloma con las nubes disipándose y con el único cielo azul, aunque sea oscuro, que vemos en la película (con la simbología de que la paloma volando se lleva su supuesta alma) y con ese speech que no me resisto a transcribir: “yo he visto cosas que vosotros no creeríais. Atacar naves en llamas más allá de Orión, he visto rayos-c brillar en la oscuridad cerca de la puerta de Tannhäuser. Todos esos… Momentos se perderán en el tiempo como lágrimas en la lluvia. Es hora de morir”. La música es delicada, cristalina y preciosa y acompaña inestimablemente a uno de los grandes momentos, no solo de la película, sino de la historia del cine. Uno está acostumbrado al doblaje en español y he de decir que quizás la voz de Rutger Hauer en la versión original es algo aguda; por tanto, al actor de doblaje español que lo realizó, estimo darle un 11 sobre 10 por tan magnífico papel a la hora de adaptar la interpretación al castellano.
Sabrán ustedes probablemente que aunque la película a día de hoy está reconocidísima, hasta tal punto que se habla en estos días de hacer secuelas o precuelas (con Harrison Ford interesado en formar parte del proyecto, a pesar de que durante mucho tiempo no quería ni hablar de la película por el fracaso que supuso en su día) con Ridley Scott mareando el asunto, en su día fue un tremendo fiasco de taquilla (por lo visto “E.T.” fue un duro competidor) y su leyenda se comenzó a crear a posteriori con el éxito de su alquiler en cinta de vhs en videoclubs.
No hace falta ser un lince para reparar en cómo las ediciones de coleccionista que sacan de cuando en cuando se agotan al instante y es un éxito de ventas asegurado. La banda sonora me la compré allá el 4 de abril de 2007 en el Media Markt de Villaverde, poco después de ver la película por 1ª vez en febrero de ese año en una reposición que hicieron en la sala de cine del Círculo de Bellas Artes (pase gratuito para el que se agotaron las localidades) y en la que a ratos di cabezadas de forma imperdonable, pero justificado porque aquella semana había dormido realmente muy poco y me estaba acostumbrando aún a mi recién estrenado turno de mañana, el cual felizmente conservo a día de hoy.
En su día recuerdo que el actor Francis Lorenzo, en unas entrevistas muy apañadas y breves que hacía por entonces el diario 20Minutos, respondió que la mejor banda sonora para disfrutar de Madrid era la que hoy nos ocupa, puesta en su coche por la noche y circulando por las calles de la capital. Estoy completamente de acuerdo con Francis y si ya por entonces me caía simpático, por esta afirmación tan magnífica, si cabe, me cae mejor; de hecho, yo también llevé la banda sonora durante mucho tiempo grabada en la cinta de casette de mi Renault Clio y disfruté durante muchas noches de paseos de circulación por calles de Madrid desiertas con ese magnífico “Blade Runner blues” y el resto de temas que le acompañan en esta obra hoy analizada de fondo.
Sin desmerecer ni mucho menos a la banda sonora de “Carros De Fuego”, por la que Vangelis recibió el Óscar, estimo que el Óscar se lo deberían haber dado también por este fabuloso trabajo, para ayudar a crear uno de los universos más fascinantes de la historia del cine, no solo de ciencia ficción, sino en absoluto. La música es vanguardista, arriesgada y también hay sitio para cosas con guiños a música de décadas anteriores como el “One more kiss, dear”. Imprescindible para cualquier amante de la buena música y del cine que se precie. Reitero que si alguien que no ha visto la película no ha hecho caso a la advertencia del 2º párrafo, ha leído el post y se le ha estropeado la emoción de verla totalmente virgen por 1ª vez, decirle que ha sido un insensato o insensata y que en todo caso así lo habrá elegido él o ella, porque ya he avisado al inicio. Este post lo considero ambicioso y para mi era un reto. Nuevamente creo que he estado lejos del nivel de exigencia de lo que nos ocupaba, pero lo he hecho lo mejor que he podido y en todo caso desde el punto de vista de un tremendo admirador de la película y de su banda sonora.
En nuestro programa de radio el próximo miércoles podrán escuchar el Especial Talk Talk, en el cual dimos tratamiento a su disco “The Colour Of Spring”. Ya comentamos que hay variación de horarios en &radio (no hay más que ver el banner) y partir de ahora nuestro programa se escuchará a las 23.59h los miércoles en &radio, según termine la emisión de las 23.00h en RUAH. Los sábados y domingos a las 16.00h en &radio de Torrejón de Ardoz también tendremos hueco en el cual podrán escuchar la repetición del programa del miércoles o a nosotros en directo cuando hacemos alguno de nuestros coloquios especiales.