Revista Cultura y Ocio

Vangelis - La Fête Sauvage (1975)

Publicado el 01 marzo 2015 por Syntheticman @vozdelosvientos
Vangelis - La Fête Sauvage (1975)
Estamos en 1975. Vangelis acaba de dar el salto a Londres tras una fructífera etapa parisina y estrenaba su contrato con la RCA, bajo el cual iba a publicar alguno de sus discos más memorables. Sin embargo, y lejos de centrarse exclusivamente en su disco de debut con el sello continuó con sus bandas sonoras, colaboraciones con cantantes, etc.
Su relación con el director francés de origen montenegrino Frederic Rossif había dado magníficos frutos en los años anteriores, especialmente como compositor de bandas sonoras para documentales sobre arte y naturaleza de entre las que destacan las de: “L'Apocalpyse des Animaux”, quizá el primer gran trabajo de Vangelis en solitario, al menos en lo que a música para acompañar imágenes se refiere. En el momento en que el músico griego se establecía en la capital británica, recibió en encargo de otra banda sonora de Rossif, no para una serie sino para un largometraje titulado “La Fête Sauvage”. Vangelis aceptó y, con los míticos Estudios Nemo aún en construcción, grabó la música de la pelicula apenas tres meses después de terminar su gran clásico “Heaven and Hell”, primera entrega del músico para su nuevo sello. Como es habitual en el artista, la película contenía mucha música que no apareció en el disco de la banda sonora que, por su parte, tenía algunos añadidos como la voz de Vana Veroutis (que también aparecería en “Heaven and Hell”). Junto a ella, participó en la grabación un grupo de seis músicos congoleños. Como ingeniero de sonido aparece acreditado Keith Spencer Allen en la que sería la primera de muchas colaboraciones entre músico e ingeniero en los años siguientes. Vangelis había conocido a Allen poco antes, durante la grabación del disco “Phos” del trío griego Socrates en la que el teclista participó. Cuando daba los últimos retoques a los Estudios Nemo, nuestro artista se puso en contacto con él preguntandole si estaría interesado en trabajar en ellos en el futuro a lo que Allen dijo que sí, incorporándose tras la grabación del citado “Heaven and Hell”. A partir de entonces, su nombre fue habitual en los créditos de los discos del músico griego.
El disco gozó (es un decir y veremos por qué) de varias ediciones diferentes con distintas portadas dependiendo del país o la discográfica. El problema vino con las caóticas ediciones en CD entre las que encontramos desastres de la magnitud de la de CAM, quienes mezclaron la cara A del disco original con la B de otra banda sonora del músico. En otros casos se publicó la música en “mono” o con un estéreo artificial muy chapucero. Nosotros comentamos hoy la de Barclay que opta por dejat toda la música en un único corte, prescindiendo incluso de la división entre las dos caras del viejo LP.

Vangelis - La Fête Sauvage (1975)

Imagen de Vangelis de la época.


“La Fête Sauvage” - El disco comienza con un animada melodía de sintetizador con aires “disco” acompañada de percusiones africanas. El “riff” principal nos suena como una versión acelerada de la célebre sintonía que Antón García Abril compuso para “El Hombre y la Tierra”, serie de documentales sobre naturaleza estrenada en España meses antes pero creemos que la coincidencia no pasa de ser eso: una coincidencia. Superada la sintonía inicial entramos de lleno en las partes más ambientales de la banda sonora. Suenan cantos africanos y ruidos de animales (elefantes, aves...) mientras los inconfundibles sintetizadores de Vangelis se dejan oir en segundo plano acompañados de una percusión muy básica. Es precisamente la percusión la gran protagonista de estos minutos con los teclados ejerciendo una tarea casi atmosférica. Tras varios minutos de diferentes ritmos escuchamos los primeros apuntes de la melodía central de la película: una preciosa secuencia sonora que apenas dura unos instantes pero que sonará en más ocasiones. Toma el relevo el sonido de una flauta interpretendo un tema muy sencillo que deja paso a una canción africana con su correspondiente percusión. En el siguiente tramo el ritmo baja de intensidad y suena el clásico sonido de órgano de Vangelis en aquellos años aunque en la lejanía, sin apenas presencia justo antes de la primera aparición en toda su plenitud del tema principal, un bellísima melodía con el inconfundible sello de su autor que bien podría haber sido un descarte del “Heaven and Hell” por compartir muchas características con los paisajes mas tranquilos y “cósmicos” de aquel trabajo. Sin duda, uno de los momentos más inspirados de todo el disco que da paso a un nuevo pasaje en el que los sintetizadores reinan y que anticipa algunos sonidos y texturas de “Albedo 0.39”, especialmente del tema del mismo nombre del disco del 76. Son estos momentos del Vangelis más reconocible por quienes tengan presentes sólo los trabajos más célebres del griego los más interesantes de todo el disco. El tramo final lo ocupa una nueva variación del tema central que hace las veces de transición hacia los últimos instantes en los que Vangelis juega con los sintetizadores arrancándoles sonidos siempre distintos de forma improvisada antes de volver al “leitmotiv” como despedida.

Quizá por estar situada entre dos discos de la magnitud de “Heaven and Hell” y “Albedo 0.39” esta banda sonora no es tan recordada como otras obras del músico griego. No ayuda lo que ya comentamos sobre sus defectuosas ediciones en CD y el hecho de que, aunque se anunció en varias ocasiones, no se ha reeditado como debería, con la supervisión y la revisión del propio Vangelis como si lo han sido otros trabajos del mismo periodo. En cualquier caso, si tenéis la ocasión de adquirirla, no la dejéis pasar. Merece la pena y no debe faltar en la discoteca de ningún seguidor del músico griego.  
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