Un país totalmente desconocido en cuanto a gastronomía se refiere y del que he decidido traerme, cosa rara en mí, un dulce muy típico: los vareniki. Se trata de unas empanadillas eslavas clásicas hechas de un tipo de masa sin levadura con forma de media luna y hervidas hasta que estén al dente. Hay tres tipos en la Europa del Este que llevan los siguientes nombres:
- Pelmeni: En su mayoría rellenos con una mezcla de carne, redondos y mucho más pequeños que los vareniki.
- Pierogies: Muy conocidos por el relleno de puré de patatas y originarios de Polonia.
- Vareniki: Normalmente se rellenan sin carne. En este caso, he elegido el relleno clásico de cerezas ya que empieza la temporada.
Ingredientes para la masa: 330 g harina; 1 huevo; 1 pizca sal; 150 g agua.
Ingredientes para el relleno: 30 cerezas; 3 cucharaditas azúcar.
Preparación: Empezamos con la masa. En el bol de la amasadora poner la harina y formar un hueco en medio. Batir el huevo con la sal, añadir el agua, mezclar y agregar a la harina. Accionar la pala de amasar y a velocidad 2 hasta que la masa se despegue de las paredes y se quede en el gancho.
Sacar a la superficie de trabajo, ligeramente enharinada, y amasar con las manos hasta obtener una masa homogénea y elástica. Envolver en film y dejar reposar 30 minutos.
Mientras, con la ayuda de una pajita dura, deshuesar las cerezas empujando la pajita por la base de la cereza hasta que salga el hueso. Poner las cerezas cortadas por la mitad en un bol con el azúcar y dejar reposar para que suelte jugo.
Dividir la masa en dos partes para que sea más fácil. Estirar con el rodillo hasta obtener una lámina bien fina y cortar discos con la ayuda de un cortapastas o un vaso. Colocar los discos sobre una bandeja forrada con papel. Con esta masa salen 30 empanadillas.
Filtrar el líquido de las cerezas y reservar. Sobre cada disco colocar una cereza cortada y cerrar la masa en forma de empanadilla, doblando los bordes para sellarlas.
Cocinar las empanadillas en agua hirviendo durante 5 minutos. Acabarán flotando en el agua.
A la hora de servir, añadir por encima el jugo de las cerezas que teníamos reservado. ¡Mmmmmmmmmmmmm!
Y así, con esta receta sorprendente, participo en Cocinas del Mundo - Ucrania y me despido hasta el próximo viaje. ¡Sed felices!