VEHÍCULOS DE APLICACIÓN (Parte I)

Dado que la cantidad de aceites esenciales necesaria para obtener un efecto terapéutico es mínima, si queremos aplicarla manualmente, por ejemplo a través de un masaje, debemos ayudarnos de un “vehículo”, una sustancia en la que diluyamos o mezclemos los productos activos para conseguir así una cantidad satisfactoria para el uso elegido.

Este vehículo puede ser aceite, crema, gel o pomada. La elección de una sustancia u otra, vendrá determinada por las características del consultante, (tipo de piel, edad, cantidad de vello…), por la región a tratar, (espalda, pie, ingle…), por la extensión de la zona, (área escapular, musculatura del cuadriceps…), etc.

Las diluciones suelen oscilar entre 5-10 gotas de aceite esencial por cada 20 ml de vehículo, esta puntualización nos sirve para la elaboración del producto atendiendo a su efecto terapéutico inicial, pero hay que tener en cuenta que a la hora de realizar la mezcla el olor debe resultar “atractivo” al consultante y que este olor no tiene por qué ser siempre el mismo, ya que el estado psicológico y emocional, (nuestro “ánimo”), puede oscilar, variar dependiendo de diversos factores y situaciones y esto será lo que nos determine sobremanera el “último” toque de aroma a dar, junto con el gusto, la “opinión“ del consultante.

NOTA:

Hacer los preparados teniendo en cuenta que los aceites esenciales tiene una duración limitada, en perfectas condiciones (aproximadamente 10 días pudiendo extenderse hasta 60 en caso de la cera de abejas con aceite de jojoba o de germen de trigo o adicionando a la preparación una cápsula de vitamina E) y que el grado de proteínas del vehículo acorta sensiblemente la duración de la mezcla.

LOS VEHÍCULOS LÍQUIDOS

El agua:

En realidad no es un vehículo apto para los aceites puesto que éstos son parcialmente hidrosolubles, es decir que sólo una proporción (variable) de los activos de un esencial son solubles en agua. Sin embargo a los fines prácticos es útil para preparados del momento como las compresas y obviamente para los tratamientos SPA.

Prefiérase el agua destilada, naturalmente mineral (puede hacerse el preparado en base a un hidrolato de alguna flor como el agua de azahar o el agua de rosas adicionando propiedades a la preparación) o diamantina, la cual sostiene por más tiempo las propiedades terapéuticas de los aceites.

La Leche:

“Lo mejor de los dos mundos” la leche no es estrictamente un líquido sino una suspensión de moléculas grasas en un medio líquido (suero) lo que la convierte en un vehículo muy útil por su versatilidad y por la variedad de sus aplicaciones, su desventaja es que sólo puede ser utilizada en el momento, no siendo posible su almacenamiento. Pueden ser leches animales, tanto como de almendras, de coco e incluso de soja. Es muy útil para ayudar a incorporar los aceites a los baños de inmersión.

El Alcohol:

Preferiblemente de cereales y con graduaciones hasta 80° para no alterar el perfume de los esenciales, sin embargo el alcohol de 96° no altera las propiedades terapéuticas del esencial y añade una componente desinfectante.

El alcohol en gel también es apto pero al igual que el gel base puede tornarse líquido en contacto con ciertos aceites.

Los Vinagres:

Como ya hemos visto, la utilización de vinagres en conjunción con los principios activos de las plantas son de larga tradición. Para las friegas prefiérase el de alcohol (logra más calor) y para los tratamientos cosméticos el de manzanas o el de arroz (este último tiene una alta graduación de glucosa con lo cual puede alterar los cutis acnéicos por alteración del p.h.)

Los aguardientes:

Ya que son destilados de cereal o frutas los aguardientes tienen en sí mismas propiedades para la piel que potencian el efecto de los aceites. Los mejores son el sake y el vodka y suplen con amplias ventajas al alcohol en los tratamientos cutáneos.

LOS VEHÍCULOS SÓLIDOS SECOS

Levadura de Cerveza:

Es un excelente purificador por lo tanto ideal para aplicar en pieles con acné, en mascarillas de limpieza y en todo tratamiento donde se requiera renovación celular siempre que la lesión no provenga de una micosis.

Las Arcillas:

La arcilla ha demostrado tener efectos desinfectantes (húmeda, inhibe el desarrollo de gérmenes patógenos y favorece la regeneración celular), cicatrizantes (gracias a su contendido de una sustancia llamada silicato de aluminio que ayuda a la rápida epitelización y a combatir los queloides), absorbentes (su porosidad le permite recoger calor y atraer sustancias tóxicas o desechos) y depurativas (agiliza la depuración de la piel y es excelente favoreciendo la eliminación del ácido úrico depositado en el organismo)

 

Los principales compuestos de las arcillas son:

• Sílice: Fortifica los tejidos elásticos. Indispensable para la salud y lozanía del cabello y las uñas.
• Silicato de Aluminio: Un excelente agente cicatrizante.
• Óxidos:
• De Hierro: componente principal de la hemoglobina hace posible la fijación del oxígeno en la célula.
• De Magnesio: Tónico y reconstituyente general, posee propiedades curativas sobre las úlceras y ayuda a regular el metabolismo del calcio.
• Calcio: Por absorción cutánea ayuda a la constitución y conservación de los núcleos celulares y la actividad de la célula en general.

De acuerdo a su procedencia y a su composición podemos diferenciar 6 tipos diferentes de arcillas que se reconocen por la coloración que sus componentes le confieren.

No todas son sencillas de conseguir sin embargo a los fines prácticos la más versátiles son la verde y la blanca.

 El Caolín

o arcilla china: (del chino, kaoling, ‘cresta alta’): Es la arcilla blanca más pura y blanda. Se extrajo por primera vez en una colina llamada Kaoliang. Llegó a Europa a principios del siglo XVIII. Su principal constituyente es el mineral caolinita, un silicato de aluminio hidratado, formado por la descomposición de otros silicatos de aluminio, en especial feldespato. Es un excelente limpiador, purificador y micro abrasivo lo que garantiza un resultado excelente en cualquier tratamiento dérmico. Por su especial fineza es ideal para mezclar con esenciales.

Las Harinas:

Llamaremos harina a la molienda fina tanto de cereales como de legumbres y frutos secos que aportaran sus cualidades intrínsecas a los preparados con aceites esenciales. Pueden hidratarse solo con agua o solo con aceite, pero lo ideal es agregar agua y aceite en proporciones variables de acuerdo a la harina (harinas más grasas o menos grasas) en el caso de las harinas de frutos secos, con gran presencia de ácidos grasos, que no necesitan más aceites, pero no admiten el agua, puede utilizarse un poco de leche.

Las Féculas Y Almidones:

Hidratos de carbono que, en forma de granos microscópicos y como sustancia de reserva, se encuentran principalmente en las células de las semillas, tubérculos y raíces de muchas plantas.

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