Para los que anualmente acudimos a Sitges no resulta ninguna novedad que nos informen de que el cine de terror adelgaza. Ahora, si no es debido a las infímas horas de sueño, las carreras que diariamente nos pegamos entre el Auditorio y el Prado, y la dieta a base de bocatas revenidos que religiosamente cumplimos durante los 10 días que dura el festival, la cosa, o mejor dicho, la dieta, cambia. ¿Adelgazamos en Halloween?.
Un estudio realizado por la Universidad Westminster del Reino Unido asegura que es posible adelgazar sin levantar el culo del sofá. Y aunque lo parezca, no nos referimos al Teletienda. Según dicho estudio, ver una película de terror podría consumir las 113 calorías como las que podríamos llegar a quemar caminando durante treinta minutos seguidos o, podríamos ganar, comiendo una simple barrita de chocolate.
El estudio, publicado en el Daily Telegraph, señala que el cine de terror acelera considerablemente el pulso y aumenta el latido cardiaco, consumiendo así más oxígeno del exterior y expulsando a su vez más dióxido de carbono, lo que provoca que el estrés del organismo aumente reduciéndose el apetito e incrementándose la actividad del metabolismo basal.
Los científicos se animaron a realizar un ranking con las películas que más calorías consumen:
1. EL RESPLANDOR: 184 Calorías
2. TIBURÓN: 161 Calorías
3. EL EXORCISTA: 158 Calorías
4. ALIEN: 152 Calorías
5. SAW: 133 Calorías
6. PESADILLA EN ELM STREET: 118 Calorías
7. PARANORMAL ACTIVITY: 111 Calorías
8. EL PROYECTO DE LA BRUJA DE BLAIR: 105 Calorías
9. LA MATANZA DE TEXAS: 107 Calorías
10. [REC]: 101 Calorías