- Viaje a Brasil por libre. Consejos de seguridad para Brasil. Taxis en Río. Cómo moverse en Río de Janeiro en trasporte público.
Cuantas veces quise viajar a Brasil siempre choqué con la negativa de mi esposa alarmada por la fama de inseguridad de este país, pero la coincidencia de tres acontecimientos internacionales iban a a cambiar su decisión: La Jornada Mundial de la Juventud, la Copa Mundial de Fútbol y los próximos Juegos Olímpicos, unas celebraciones que han obligado a las autoridades gubernamentales a reforzar su seguridad y reducir la violencia urbana, para desterrar el dicho de que “Si no te han robado es que no has estado en Brasil”.
Aunque la sensación de miedo es muy personal, he de manifestar que nos hemos sentido relativamente seguros, especialmente en Río de Janeiro, una percepción que coincide con el 92% de los extranjeros que asistieron al Mundial de Fútbol. La policía actualmente esta desplegada por todos los lugares turísticos, incluso nos hemos atrevido a visita - por nuestra cuenta - una favela, antes coto de los narcotraficantes o de las milicias paramilitares y ahora controladas por la Unidad de Policía Pacificadora que cuenta con 176 agentes en Río. Como para los turistas este asunto es el mas preocupante cuando planean su viaje a Brasil, comenzaré el post por este tema.
Policía en Río velando por los turistas
Consejos de seguridad para Brasil
Como he dicho antes, la percepción de seguridad es muy subjetiva, basta tener una mala experiencia para considerar Brasil un país peligroso nada recomendable, cuando la realidad es que en las estadísticas de muertes violentas apenas figuran turistas, se trata de habitantes locales, en su mayoría fruto de enfrentamientos de grupos delictivos por controlar sucios negocios como la droga, la prostitución, la extorsión... o inocentes habitantes, víctimas colaterales, por tener la mala suerte de pasar por allí en ese preciso momento.
Como ya escribimos, el mejor consejo de seguridad es el sentido común. Evita zonas conflictiva, los residentes te pueden informar, no los guías que exageran intencionadamente, para que contrates sus servicios.
Río de Janeiro, últimamente ha mejorado mucho su seguridad, nosotros paseamos tranquilamente, incluso por la noche, por Copacabana, Ipanema, lugares emblemáticos como el Pan de Azúcar, el Cristo de Corcovado... llegamos a visitar sin guía la favela Catalago Pavao, pero con ello no queremos decir que no existan lugares inseguros como la zona Norte de la ciudad o muchas de las 950 favelas que existen.
Bastante mas inseguro es Salvador de Bahía, tal vez porque nos sea mas difícil a los blancos pasar desapercibidos entre la gente de color que suponen el 80 % de sus habitantes. Tuvimos la suerte de que nos acompañara, en gran parte de la visita a esta ciudad, Roberto Pereira, un brasileño que conocimos aquí en España mientras hacía su doctorado en la Universidad de Alcalá de Henares, fue nuestro Ángel de la Guarda, y aún así, tuvimos una desagradable experiencia en Salvador de Bahía, una pandilla de niños de la calle (meninos de rua) detectó en el autobús que eramos turistas, nos siguieron cuando nos bajamos y si no nos metemos en un bar, creo que nos hubieran asaltado, no es una exageración, Roberto que nos acompañaba nacido cerca de Salvador, temió por nuestra seguridad. El modus operandis de estos grupos formados por adolescentes de 10 a 17 años, es elegir a quienes se muestran como turistas, seguirlos y robarles cuando no ven presencia policial, forcejeando con violencia para arrebatarles sus pertenencias o mediante intimación mostrándoles una navaja o incluso un arma, ante tal circunstancia lo aconsejable es no mostrar resistencia y entregar lo que pidan, la vida aquí no vale mucho.
Estas pandillas de “meninos de rua” son habituales en las principales ciudades de Brasil, se trata de grupos de niños que viven en la calle por ser huérfanos o haber salido de sus casas huyendo del maltrato de sus progenitores, de la pobreza, del abandono, de los abusos sexuales... pero su vida no mejora, ya que se deben dedicar a robar para vivir y a soportar esas misma violencia de la que huyeron, ahora ejercida por los niños mas mayores de la pandilla, por los narcotraficantes o por policías corruptos. Su educación es nula y su salud precaria por falta de higiene y mala alimentación. Aunque este drama se da en otras partes del mundo , solo en Brasil, se estima que hay mas de cuatro millones de niños que viven en la calle.
Indigentes por las calles brasileñasLejos de mi asustar a la gente, pero Salvador de Bahía es una ciudad para verla lo mas rápidamente, en uno o en dos días, y partir para otro lugar mas seguro para alojarse. Quienes nos leéis, sabéis que no pecamos precisamente de temerosos, pero sinceramente, esta ciudad es para estar en constante alerta.
Nuestros consejos, en general, es pasar lo mas desapercibidos posible no mostrándonos como acaudalados turistas con mapas en la mano e indecisos. Ponerse unas playeras, comprarse allí unos pantalones cortos al estilo del país y eliminar todos los signos de poder adquisitivo: Cadenas de oro, anillos, cámaras, relojes de marca, móviles de última generación... Nosotros dejamos las alianzas en España y nos volvimos a dar el “Si Quiero”con Mª Ángeles y Elena como testigos, cuando nos compramos unos anillos de chapa en la Feira Hippie de Ipanema que cubrieron en la piel las marcas de los originales.
Aconsejamos utilizar los autobuses (ônibus) que tienen la entrada y cobrador por detrás, ya que estas pandillas de niños de la calle, según pudimos verificar, aprovechan que el cobrador y conductor están en la parte delantera para acceder sin pagar por la puerta trasera de salida.
Mientras esperas el autobús o dentro, no hables fuerte en tu idioma, estarás delatándote que eres turista. Esperando el ônibus vimos como una pandilla de edades desiguales, tiraban mondas de plátanos a todos los autobuses que paraban, mi hija muy cívica, me decía : “¡Díles algo papá!”. Pero nadie se atrevía a llamarles la atención, por supuesto yo tampoco lo hice, luego subieron a un autobús por la parte trasera y la gente nos comentó que eran “crianças do rua”.
No llevar encima mucho dinero en efectivo en un solo lugar, repartirlo, si os asaltan entregar esa vieja cartera, de señuelo, con 10 euros y tarjetas bancarias inservibles. No sacar del hotel, si éste es de confianza, la documentación original, basta una fotocopia del pasaporte como identificación.
A partir de la 9 de la noche, las ciudades se vuelven inseguras, es una imprudencia moverte a pie, toma un taxi pero mantén las ventanas cerradas con el cierre de seguridad bajado, nuestro amigo Roberto, incluso tomaba una foto de la matrícula y se interesaba por nuestra feliz regreso al hotel enviándonos un WhasApp ¡Todo un padrazo!
No sacar dinero de los cajeros automáticos (Caixa Electrônico) antes de las 10 de la mañana, hacerlo cuando el lugar este muy concurrido y sea un barrio seguro. Nosotros utilizábamos las sucursales del Banco do Brasil, admitía Visa de débito, según los extractos, no han cobrado comisión y aplicaron el cambio oficial de ese día. La extracción máxima por día era de 500 reales. Tener en cuenta, que al principio de la gestión, la tarjeta no entra del todo en la ranura del cajero, pero mas adelante del proceso, te la vuelve a pedir para que la introduzcas al terminar la transacción.
Finalmente como último consejo, vigilar vuestras carteras, como en cualquier ciudad europea los carteristas están al acecho de incautos viajeros para aprovechar las aglomeraciones y meterles la mano en los bolsillos traseros, existen aquí verdaderos especialistas pero no usan la violencia, !que ya es de agradecer!
Al lee todo esto, tal vez pienses que Brasil no es un lugar para viajeros independientes, todo lo contrario, un viajero solo pasa mas inadvertido que un grupo de turistas con guía, a demás no esperes que éste te proteja y se enfrente al atracador, aunque pidas socorro, raramente te defenderán ni él ni los transeúntes, en un país inseguro nadie quiere arriesgarse y ponerse como punta de mira del atracador o de una pandilla.
Airbus A319 que nos llevó a Río de Janeiro
Vuelo de Madrid a Río de JaneiroLlegó la oferta esperada, por 703 euros un vuelo de TAP Portugal con destinos múltiples: Madrid – Lisboa – Río de Janeiro – Salvador de Bahía – Lisboa – Madrid, no se podía desaprovechar.El sábado 14 de marzo a las 12:20 h. salíamos en un Airbus A319 con dirección a Lisboa. El primer sobresalto lo recibimos al sentarnos, dábamos por hecho que nuestros asientos estaban juntos en la fila 5 tal como los habíamos reservado tres meses antes, así que ni chequeamos este dato cuando nos entregaron las tarjetas de embarque, cuál fue nuestra sorpresa que nos habías adjudicado otros asientos separados y nada menos que en la última fila, conocida por cualquier viajero experimentado como la peor, ya que no se puede recostar totalmente la butaca. Manifesté mi protesta a la azafata mas cercana ¿Porqué nos han cambiado de sitio si el modelo de avión era el mismo reservado por internet? La excusa de siempre: Error informático, ¡como si los ordenadores no los manejasen los humanos! Aunque el avión iba completo, sentado el pasaje, la amable azafata logró sino recuperar nuestros puestos, al menos juntarnos. Visto el gesto renuncié a poner una reclamación. El viaje entre Madrid y Lisboa, como he contado otras veces, apenas dura una hora y media. Durante el vuelo, la tripulación se afanan en servir un bocadillo de atún con una bebida, un detalle que muy pocas compañías tienen para estos viajes cortos. Puntuales llegamos a Lisboa.Tras una corta escala, a las 14:14 h. nos subíamos a un moderno Airbus A340 con destino Río de Janeiro. Esta aeronave tiene una configuración de asientos 2 – 4 – 2 así que nos situamos en un lateral, mi esposa e hija juntas y servidor detrás esta vez, resto de vuelos en los asientos reservados originalmente.La butacas son bastantes cómodas y además disponen de una pantalla individual táctil que te permite elegir entre 30 películas, programas de televisión, 30 Cds de todo tipo de música o juegos. Un entretenimiento que se agradece en vuelos transatlánticos. La comida me resultó muy apetitosa con unos toques de cocina de diseño, verlo vosotros mismos en las fotos.
Almuerzo y merienda vuelo TAP a Río de Janeiro
El trato de las jóvenes azafatas también fue muy bueno y solícito. Las casi 10 horas de duración transcurrieron rápidas, ya habiendo anochecido aterrizábamos en Río.
Entregadas las maletas y hecha una llamada a nuestro hijo, hay wifi gratis en el aeropuerto de Río, nos dirigimos a cambiar 70 euros en el Banco Safra, una oficina discreta, que se encuentra antes de salir a la sala de Llegadas. La transacción fue un robo, nos cambiaron el euro a 2,95 reales cuando el cambio oficial de ese día era a 3,41 y además cargaron una comisión de 34,32 R$, total, nos entregan únicamente 170 reales cuando en el Banco do Brasil nos hubieran dado 241 reales.
En la Terminal 2 del Aeropuerto Internacional Tom Jobim (Galeão), hay varios cajeros automáticos del Banco do Brasil, Santander, Bradesco y HSBC, pero a demás de estar ya fuera de la zona de seguridad, es constante la denuncia de clonaciones de tarjetas,¡así que aguantarse!
Realizado el cambio, con decisión, sorteamos los ofrecimientos de taxistas hasta salir al exterior donde se encuentra la fila de taxis y para elegir nosotros al taxista, persona mayor y buen aspecto. Dentro se puede contratar taxis oficiales o los radiotaxis (Aerotaxi, Aerocoop...), con oficinas en la Terminal 1 y precios fijos según lista que exponen, pero son mas caros: 130 reales a la zona de Copacabana frente a los 70 R$ que nos costó a nosotros uno común. Los taxis comunes son de color amarillo con una franja azul, llevan letrero de “Taxi” y matricula roja. Hay otras empresas particulares con colores propios que ofrece también este servicio, pero muchos son pocos fiables, personalmente los descartaría incluso si el precio es mejor.
El precio de un taxi lo puedes contratar por taxímetro o negociar un precio fijo, esto último es mejor en horas puntas de mucho tráfico o para asegurarte que ¡no te hagan un recorrido turístico a la ciudad sin haberlo solicitado! En Río los taxis son baratos, llegar del Aeropuerto a Copacabana te cuesta con Tarifa 1 (viaje diurno) de 60 a 65 R$; por la noche y festivos (Tarifa 2) de 75 a 80 reales si no hay atascos.Otra opción mas económica es el tomar el Shuttle Rio que vale 25 reales, pero solo circula de 8 a 19 h. y no pasa por todos los hoteles. También es barato el bus 2018, conocido como el “frescao”, de la compañía Premium (de color azul), se toma a la derecha junto a la puerta E de la Terminal 1, sale cada 40 minutos de 5,30 a las 23.30 h., los días festivos solo hasta las 22:35 h. Su precio es de 14,65 reales, tiene paradas establecidas como la de Av. Atlántica en Copacabana, no es recomendable si llevas mucho equipaje, por seguridad no puedes moverte arrastrando maletas por las calles de Río.El trayecto del Aeropuerto de Río al hotel Astoria en Copacabana duró 35 minutos, por que en esas horas apenas había trafico, pero esta duración se duplicó el día de regreso, tenerlo esto en cuenta para que lleguéis a tiempo a tomar el vuelo.
Hotel Astoria Copacabana de Río de Janeiro
Alojamiento en el Hotel Astoria CopacabanaEl hotel Astoria Copacabana, no confundir con el cercano Astoria Palace, es un hotel de 116 habitaciones, todo limpio y bien conservado que se encuentra en una calle arbolada a penas 400 metros de la mítica playa de Copacabana. Su situación es ideal próximo a la estación de metro de Cardeal Arcoverde y de las paradas de autobuses (ônibus) para trasladarte por toda la ciudad, nosotros nos movimos en estos medios. La zona es muy segura, incluso paseamos por la noche. El hotel dispone de restaurante propio, y cerca, tienes otros restaurantes locales para poder variar y degustar la comida carioca.
Habitación superluxo y bañoAunque habíamos reservado una habitación triple estandar, nos encontramos con una habitación de clase superior, un habitáculo de Super Lujo con dos amplias habitaciones, un recibidor, dos televisiones LD planas, frigobar y un completo baño con ducha y accesorios como secador y lupa de maquillaje... El armario ropero era amplio y disponía de almohadas supletorias, la dureza de los colchones era perfecta. Igualmente disponía de wifi gratis, lento, pero lo suficiente para usar el whatsapp.
Recibidor en la habitación y desayuno tipo buffetEl desayuno tipo buffet, incluido en el precio, era muy completo y variado con bollería de distintas clases, fiambres, zumos... lástima que el comedor fuera muy estrecho para la cantidad de clientes que tiene el hotel.
Aunque nosotros no utilizamos estos servicios, el hotel dispone de una piscina y presta gratuitamente sombrillas y toallas para la playa, todo un detalle.
Resumiendo, un lugar para recomendar 100 %, con personal muy amable y servicio inmejorable, te dan mas de lo que pagas.
Autobús público del consorcio Intersul, opera en la zona 2
Cómo moverse en Río de JaneiroEl mejor y mas seguro medio para moverse en Río de Janeiro es utilizar el transporte público, tanto los autobuses como el metro. La red de autobuses públicos (ônibus) es muy grande, con muchas paradas y frecuencias, esto se debe a que en el 2010 la municipalidad ordenó el servicio que lo hacían numerosas empresas, exigiéndoles que se agruparan en consorcios, unificaran precio y el color de los autobuses, el resultado ha sido muy efectivo, ahora la ciudad esta dividida en cuatro zonas: Consorcio Intersul (color amarillo), Internorte (verde), Transcarioca (azul) y Santa Cruz (verde). Por ejemplo Intersul, formado por 12 empresas de transportes, recorre la zona Sur, Copacabana, Ipanema y Tijuca, pasando por el centro de Río y barrios de Barra. Por las calles principales encuentras numerosas marquesinas de las paradas, donde se reparten las líneas para agilizar el tráfico, lo mejor es consulta Google Maps, donde están actualizadas todas las líneas, basta hacer click sobre “Cómo llegar”, introducir lugar de salida y destino, y aparecen los números de las líneas, horarios y precio, es la manera mas efectiva de preparar una visita en Río y Salvador de Bahía.Los autobuses tienen en la parte delantera o trasera un cobrador, con un torniquete muy angosto para controlar a los viajeros. El precio es 3,40 reales, no existe bonos de viaje, sí tarjetas monedero nominativas con descuentos para viajeros frecuentes.Otro medio muy recomendable, seguro y rápido es el metro (metrô), lástima que solo haya dos líneas, aunque éstas estén prolongadas por el Metrô na superficie y el Barra expresso, autobuses de la misma empresa que te llegan a otros lugares de la ciudad. En mi opinión tampoco esta bien aprovechado, ya que durante 10 estaciones, ambas líneas transcurren en paralelo compartiendo las mismas estaciones. Los vagones son modernos, con la curiosidad que el último, de color rosa, es exclusivo para las mujeres (para mulheres). El billete único, en realidad una tarjeta que se la traga el torniquete de entrada, es de 3,70 reales o 4,35 R$ si se prolonga el viaje con el Barra expresso.La otra opción mas cara es el taxi, del que ya hablé al relatar la llegada a Río, no son excesivamente caros, puedes calcular aquí su coste. Se recomienda tomar los comunes, de color amarillo y franja lateral azul, que esperan en los “pontos”, paradas señalizadas para ellos, por seguridad, abstenerse de tomar los informales o “piratas” con distintos colores. Si eres miedoso o llevas objetos de valor encima, utiliza el servicio de radiotaxi, pero son mas caros. Los taxis comunes llevan taxímetro y aplican la tarifa 1 (bandeira 1) diurna o la 2, en festivos o a partir de la 9 de la noche hasta las 6 de la mañana. Tener la precaución al subir de fijarse si realmente aplican la tarifa que corresponde. Las tarifas actuales (2015) son 5,20 R$ por bajada de bandera mas 2,05 R$ tarifa 1 y 2,46 R$ tarifa 2 por Km. recorrido. Desgraciadamente en Río no existe para los visitantes una tarjeta de descuento o Pass como existe en las grandes ciudades turísticas del mundo. Parece ser que se intentó dos veces con el Ríopass y recientemente con el RiodejanerioPass, pero su alto precio 169 R$ (1 día), 249 R$ (2 días) y 339 R$ (3 días) les llevó al fracaso, en el mejor de los casos visitando en el mismo día el Pan de Azúcar y el Corcovado, no compensaba.
Continuará
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