Revista Cocina
HOMBRE, DE MEDIANA EDAD, CASADO, HETEROSEXUAL, RUBIO Y CON UN COCHE VERDE...¿QUE VINO TENGO QUE BEBER?
Las bodegas españolas están ofreciendo últimamente un espectáculo de creatividad y originalidad sin parangón hasta la fecha, lógicamente azuzadas por la fusta de la crisis económica que atravesamos (o más bien nos atraviesa a nosotros). Es curioso observar como el marketing pone todos sus engranajes a funcionar e intenta copar nichos del mercado que han estado olvidados hasta el momento, buscando nuevos mercados donde instalarse y ofreciendo productos con los que un potencial cliente se pueda ver identificado.
Voy a poner como ejemplo tres marcas que me han llamado la atención poderosamente. Las tres pertenecen casualmente a grupos de bodegas asociadas que han apostado por salir del anonimato a través de vinos destinados, unas veces de manera explícita y otras tácitamente, a grupos sociales o incluso a tendencias sexuales. Vamos con los ejemplos:
A.- El grupo Lamarcawines que reúne bodegas de varias zonas vinícolas aragonesas, ha sacado al mercado, entre otras marcas, dos formatos de botella y etiqueta destinados a un público joven y a un consumo en locales de corte informal y divertido, que huyan de la seriedad y sobriedad de un restaurante clásico. Una de ellas es Cojón de Gato y la otra María de la O.
El Cojón de Gato es un vino perteneciente a la D.O. Somontano, que debe su nombre al uso testimonial en su coupage de la uva homónima, al parecer autóctona de la zona.
El María de la O es un monovarietal joven de garnacha muy vieja.
Aunque el grupo bodeguero no dice nada al respecto ni en su página web ni en la multitud de catas y presentaciones que está llevando a cabo para dar a conocer sus productos, sé de buena tinta que al menos en ciertos sectores del mundo de la distribución, se presenta el vino Cojón de Gato, tanto por su diseño de etiqueta como por sus características organolépticas, como un vino “masculino”, o que al menos se adapta más al gusto del consumidor aficionado a los vinos minerales y extractivos, con presencia de madera y boca poderosa. El María de la O, con botella vestida de faralaes, tiene un diseño y unas características que se venden como femeninas, presentando una nariz más liviana y frutal que el otro y un sabor fresco y cítrico, dentro de lo cítrico que pueda ser un tinto, destinado a un paladar que busque unas características más frutales, frescas y livianas en el vino que gusta beber.
Yo personalmente creo que la bodega no tiene esa intención, ya que tiene en su portafolios otras marcas también divertidas y chocantes (Jabalí, Garnacha del Desierto, Un) y que su política tiende más a instalarse en el sector desenfadado y alérgico a los formalismos, que a un sector que crea en la distinción de sexos. Lo puedo justificar como una estrategia comercial, divertida y tendente a buscar un punto de humor en una mesa en la que haya varias parejas tomando algo, sabiendo que al ofrecer estos dos vinos de la manera descrita, se va a establecer un debate y una comparativa entre los dos vinos que incite a todos a probar el vino del otro, de forma que se asegure una velada divertida en la que los vinos han pasado de ser un complemento de la cena a ser el centro de atención.
B.- Con el que no han dejado lugar a dudas es con nuestro siguiente vino: “mundo gay”, perteneciente al grupo de bodegas Arconadas de Castilla, de la D.O. Ribera de Duero, un Monovarietal de tinta del país (tempranillo) con 12 meses de crianza en roble francés, diseñado y elaborado expresamente para su consumo en locales con afluencia de clientes homosexuales. En principio se presenta como un homenaje a este colectivo, según sus elaboradores, que dejan bien claro que no son gays, pero que ven necesario que exista un vino destinado a ellos. Me supongo que la necesidad será de la bodega por vender algo, sea de la manera que sea. Para mi sorpresa, parece ser que la idea ha tenido aceptación entre sus potenciales clientes que celebraron en su día a bombo y platillo la aparición de este vino.
Lo del vino para gays, personalmente lo considero un flaco favor al colectivo, viéndolo, aunque su creador insista en lo contrario, como un intento de distinguirlos del resto también a la hora de tomar una copa de vino. Quizá el Ministerio de Igualdad pudiera detraer a algún miembro o a alguna miembra de su gabinete que ya haya terminado de normalizar y adecuar nuestra gramática a los tiempos que corren, y ordenar que se tomen cartas en el asunto para garantizar que el vino siga siendo sólo un síntoma de desigualdad en cuanto a lo verdaderamente inevitable: El precio de la botella que cada uno se puede permitir. Contra eso, por desgracia no se puede luchar, porque siempre ha habido ricos, pobres y regulares (sobre todo en Melilla). Pero repito que es una opinión personal que no se identifica con la mayoría de la comunidad gay que ha aceptado de buen grado la creación de este vino.
De hecho, mi condición de regular tirando a pobre, me ha hecho no poder ofrecer una nota de cata del vino Mundogay, que se ofrece en el mercado virtual a un precio de 20 euros la botella más gastos de envío. Bien pensado, si fuera más barato, tampoco contribuiría a que la iniciativa triunfe, no vaya a ser que la bodega se anime y se le ocurra lanzar también un vino destinado exclusivamente a los jugadores de golf. ¡Uy, me parece que ya he llegado tarde! (http://www.vinogolf.com/).
Como colofón, personalmente creo que como divertimento, esta bien, pero que el vino debe estar por encima de cualquier distinción de sexos y revestirse de una igualdad democrática que distinga a cada cual por sus gustos enológicos y no por lo que tenga entre las piernas o guste de hacer en la cama. Siempre me ha molestado como sumiller (y no digamos a mis compañeras) cuando alguien en una cata define un vino como femenino, casi siempre haciendo referencia a un rosado o un blanco con mucha azúcar y algo de burbujitas. Conozco mujeres con más paladar y nariz que la mayoría de los mortales que se hayan puesto una copa de vino en los labios. Ellas disfrutan tanto o más que yo con un tinto poderoso y cargado de años, terruño y tanicidad.
NOTAS DE CATA
Cojón de Gato
Vista. Limpio y brillante, de color rojo picota subido de capa, con un ribete rubí muy brillante, estrecho y diluido. Lágrima densa y larga con algo de color.
En Nariz se presenta muy cambiante, comenzando con unas notas cítricas y herbáceas, con algo de lías, para cambiar casi sin oxigenar la copa, a unos interesantes aromas de helecho, laurel y bosque de eucaliptos. Sigue evolucionando y empiezan a aparecer notas minerales que se entremezclan con florales tipo lirio y clavel. Una nariz sorprendentemente perfumada y compleja que no cesa de evolucionar y cambiar a mejor.
En Boca tiene una entrada algo golosa y muy fresca, seguida de un paso glicérico y amable. En el centro despunta bastante el alcohol y predomina la fruta roja en licor (cereza) y las notas gustativas propias de la madera (no de crianza, sino madera; sabe a madera) El posgusto es relativamente largo, con predominio de hollejo bien madurado y taninos bastante domados, relativos a una madera muy trillada (cáscara de nuez).
Le bajaría algo la temperatura de consumo (16ºC) y lo combinaría con platos donde la salsa sea fuerte y compacta, ya que su carga tánica puede con ello, al igual que maridaría a la perfección con un cordero asado o unos medallones de ternera mechada.
Tipo de vino: Tinto con 6 meses de crianza en barrica francesa.
D.O./Zona: Somontano.
Grad. Alc.: 13,5º.
Variedades: 60% sirah, 20% merlot y 20% de otras (entre la que se encuentra testimonialmente la cojón de gato, que no está autorizada en esa D.O.).
Precio aprox.: 9 €
Bodega del grupo que lo elabora: Bodegas Bal D'Isábena. Huesca
María de la O
En Vista se parece al anterior, siendo limpio y brillante, de color rojo picota de capa media-alta, con el menisco rubí más ancho y acuoso. Lágrima densa y larga sin colorear.
La nariz se presenta con notas de frutos del bosque azules y poco maduros (grosella y arándanos). Anisados y balsámicos, herbáceos y un despunte olfativo en cuanto al alcohol.
En Boca tiene una entrada seca y bastante fresca, seguida de un paso lineal y algo astringente, excesivamente fluido. En el centro sólo se alcanza a distinguir la herbacidad y frescura vegetal que aporta la variedad y una acidez presente pero no mordiente. Bastante corto en posgusto, con recuerdos a hollejo vivo y una astringencia quizá algo subida.
Lo tomaría a unos 18ºC y casi mejor lo dejaría un añito más en botella para limar asperezas. Tal y como está, lo armonizaría con una buena tabla de quesos asturianos, donde la acidez de por ejemplo un afuegalpitu o un casín se iba a complementar perfectamente. También me atrevería con unas ensaladas aliñadas sin miedo o unas anchoas sobre un tomate algo verdoso y pleno de sabor a “mata”.
Tipo de vino: Tinto joven con un cierto “acunamiento” en roble francés
D.O./Zona: Vino de la tierra ribera del Gállego-Cinco Villas
Grad. Alc.: 13,5º
Variedades: 100% Garnacha
Precio aprox.: 9 €
Bodega del grupo que lo elabora: Bodegas Ejeanas. Ejea de los Caballeros (Zaragoza)
Mundogay
Tipo de vino: Tinto con 12 meses de crianza en roble francés.
D.O./Zona: Ribera de Duero
Grad. Alc.: 13,5º
Variedades: 100% Tinta del país (tempranillo)
Precio aprox.: 20 €
Bodega: Arconadas de Castilla. C/Bajada al Molino Nº4 2 Aranda de Duero (Burgos) Tel: 947 058 989
Email: [email protected]
Web: www.mundogay.com