Fecha: 9 diciembre 2015
Asistencia: 800 personas
Artistas Invitados: Slydigs
Precio: -
Soul train, blues pain, rock nails
Mientras el público ocupaba su lugar para disfrutar de los conciertos de AC/DC en Barcelona y Madrid la pasada primavera, la banda sonora la ponía desde el escenario un grupo desconocido por la mayoría pero que conectaba por la vía rápida gracias a sus energéticas canciones y a la entrega de un cantante que terminó caminando sobre el gentío hasta el centro del estadio.
Pues bien, para los que todavía se preguntan del rédito de ser telonero, aquí están de vuelta esos mismos Vintage Trouble para protagonizar su propia gira española, que comenzó este miércoles en un Teatro Barceló abarrotado hasta la bandera con 800 personas entregadas a la causa y ya sí perfectamente conocedores de lo que tenían entre manos.
Proceden de Los Angeles, pero bien podrían haber surgido de las más recónditas profundidades de Norteamérica, pues lo suyo es la música de raíz de aquella parte del mundo, con esa infalible mezcla de rock potente, blues intenso y soul lúbrico (con ramalazo gospel en algunos momentos) que incita a celebrar la vida en reveladora ceremonia de purificación.
Una ceremonia que arranca contenida con Soul serenity, pero que rápidamente adquiere con Blues hand me down un frenesí que ya nunca abandonaría durante los cerca de noventa minutos de recital que sirve para presentar el más reciente disco del grupo, 1 Hopeful Rd, sin olvidarse en absoluto de The bomb shelter sessions (2011).
Son las canciones de estos sus dos discos las que marcan el ritmo de una velada en la que Nalle Colt, Rick Barrio Dill y Richard Danielson, con ese aspecto refinado y gentil de otra época (y con pinta de primos de Viggo Mortensen) se dedican a generar y levantar el manto en el que envolver al ardoroso vocalista Ty Taylor.
Un vocalista que es la mezcla perfecta entre James Brown, Otis Redding, Prince y Mick Jagger. Y teniendo en cuenta que Mick es desde siempre un apasionado de James, la ecuación encuentra en Ty su más exacta resolución, con ese torrente vocal, esos zapatos deslizantes y ese contoneo hipnótico que le convierten en el maestro de ceremonias tan ansiado por los parroquianos necesitados de manumisión.
El recital discurre entre momentos de sugestiva vehemencia soul y otros de despiporre instrumental y distorsión protectora, con temas como Nancy Lee, Angel City California, Doin what you're doin y el festejo absoluto de Run like the river, con Ty Taylor no ya surfeando, que también, sino arrojándose literalmente de cabeza sobre el público en pasmoso brinco, tan felino como temerariamente confiado.
Tiempo aún para un bis final que resume todo lo anterior con la delicadeza de Nobody told me y la agitación de Total strangers como colofón para un viaje hasta la mitad del siglo XX, a los confines de la música con alma, con corazón, con vísceras. Vintage Trouble: soul train, blues pain y rock nails.
CRÓNICA PUBLICADA ORIGINALMENTE POR David Gallardo EN EUROPA PRESS.