No cabe duda de que ser padrino de bodas es toda una experiencia, hace seis años tuve el agrado de serlo por primera vez durante la boda de mi hermano y admito que fue una experiencia incomparable; la búsqueda del regalo de bodas ideal, la organización de la despedida de soltero y un detalle esencial, la búsqueda del traje perfecto faltando poco tiempo para la boda.
El año pasado recibí la noticia de que uno de mis amigos decidió dar el gran paso, por lo cual me sentí sumamente feliz, y fue todo un honor que me pidiera ser el padrino de su boda, una grata sorpresa sin duda y a diferencia de la boda de mi hermano, esta vez tendría un año para buscar el traje, el regalo, etc.
De acuerdo con las reglas de protocolo, después del vestuario de los novios, el vestuario los padrinos es cuestión de suma importancia, tomando esto en cuenta y faltando poco menos de seis meses para la boda, doy inicio a la labor de vestir al padrino.
Pensando en qué usar para la boda recuerdo los tres mandamientos básicos del atuendo del padrino de boda, los cuales sin duda me van a ayudar en mi proceso de selección:
- El protagonista de la noche es el novio, por ende es su atuendo el que debe destacar.
- El atuendo del padrino no debe desentonar con el del novio.
- La formalidad del atuendo del padrino dependerá siempre de la formalidad del atuendo del novio.
Teniendo estos detalles en cuenta, inicio la búsqueda del atuendo perfecto para la boda de uno de mis grandes amigos y estaré redactando al respecto a lo largo del proceso.