Revista Opinión

¡Viva el vino y la Justicia!

Publicado el 27 diciembre 2010 por Rgalmazan @RGAlmazan

Desde luego, si reuniéramos todas las sentencias extravagantes e injustas que nos vienen a la cabeza, se podría escribir un enciclopedia llena de rarezas y de lindezas que, de no ser por sus graves consecuencias, podrían constituir un tratado de humor de primera magnitud.

Creo que para ser juez, además de la carrera y la oposición pertinente, se debería pasar periódicamente una prueba psicológica. Porque el daño que puede hacer un juez es muy grave, irrecuperable en muchos casos y crea precedentes muy peligrosos.

Y, sin más dilación, les cuento la última que he leído. Un juez de Gijón absuelve a un conductor que había dado 0,67 mg de alcohol por litro de sangre, cuando el máximo permitido es de 0,3 mg. Pues bien, el señor juez le ha absuelto porque piensa que estaba en condiciones de conducir.

En este caso, este juez valora la prueba subjetiva, pasando por alto la objetiva. Y es que le importa un pito lo que dice el alcoholímetro y sin embargo valora, él que no se encontraba allí, que el desalmado conductor estaba capacitado para llevar su automóvil.

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O sea, para que este juez hubiera condenado al conductor, debería haber una prueba que demostrara que no estaba en condiciones para conducir. Como no le basta la prueba del alcohol, es de suponer que tendría que haberse estrellado o  haberse llevado a alguien por delante. Entonces sí, entonces el cuerpo de la víctima podría ser la prueba que necesita este buen señor para demostrar que el conductor no estaba en perfectas facultades psicofísicas y declararle culpable. Y, aunque sea un juez, ¿no es esto de juzgado de guardia?

Pues ahí le tienen, impartiendo justicia como si fuera dios. Sin darse cuenta del precedente que puede causar esta sentencia. Precedente que podría llevar a que la prueba del alcohol no fuera valida como prueba de incapacidad para conducir, y por lo tanto, mientras que no tengas un accidente o te lleves a alguien por delante, podrías conducir borracho.

¿Tendrá este juez una bodega? ¿acaso pertenecerá a “alcohólicos conocidos”? ¿será amigo del conductor?, o simplemente no pasaría un test psicológico.

Otro caso más donde los mismos jueces se empeñan en denostar la justicia, para colocarse por encima de ella y hacer ver el poder de su toga particular.

Salud y República


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