En mis sesiones de coaching, muchas veces propongo a mis clientes un ejercicio que considero de vital importancia: descubrir sus valores. Muchos vivimos sin siquiera ser conscientes de cuáles son nuestros valores, qué es lo que nos importa, cuál es la prioridad que le damos a determinadas actividades en nuestra vida. Y luego nos preguntamos, por qué nos sentimos perdidos, sin ilusión o desmotivados.
¿Qué son los valores?
Los valores son aquello que nos motiva, el por qué de cada una de nuestras acciones, lo que para nosotros es importante y a lo que damos significado en nuestra vida. Cuando hablamos de encontrar nuestro propósito vital, nos estamos refiriendo también a encontrar o darle nombre a nuestros valores y lo que nos mueve, el motor de nuestra vida. El problema es que muchos desconocemos nuestros valores o incluso vivimos en contra de aquellos valores que más nos importan.
Un ejemplo muy claro puede ser mi propia trayectoria profesional. Uno de mis valores clave es la autenticidad o sinceridad conmigo misma. Pues bien, he vivido durante más de 7 años trabajando en algo que no iba con este valor: no creía en lo que hacía, no era auténtica en mi puesto laboral, no era sincera conmigo misma. Estaba claramente viviendo con un contravalor, que es el Autoengaño frente a la Autenticidad, y eso me hacía sentir incompleta, sin que fuera completamente consciente de esta sensación.
También suele pasar con comerciales, cuyo valor es la Integridad y que tienen que fingir que un producto es excelente, cuando ni ellos mismos confían en sus propiedades. Así me pasó a mí en el primer trabajo que tuve en toda mi vida y que me duró un sólo día, durante mi época universitaria: debía vender enciclopedias por teléfono, leyendo un mismo texto a las personas, cuyo teléfono sacaba de una guía. En ese primer y único día, encontrándome en pleno aprendizaje, logré vender dos enciclopedias y me sentí más mal que bien. Sentía que estaba engañando a esas personas, algunas posiblemente mayores, que no se enteraban muy bien de qué les estaba vendiendo. Al día siguiente presenté mi renuncia, porque violaba un valor muy profundo en mí.
Ejercicio para conocer tus valores
Este ejercicio es muy útil y muchas personas que han trabajado conmigo, terminaron haciéndolo y trabajando a fondo sus valores. Cuando estamos en un proceso de autoconocimiento es vital que que seamos capaces de determinar nuestros valores más profundos y ver si estamos viviendo de acuerdo a ellos o no.
Para hacerlo, tómate tu tiempo. Puede cambiar tu visión de ti mismo este trabajo tan profundo, puede ayudarte a aclararte qué es importante para ti, y hasta a encontrar tu propósito vital, algo que muchas veces nos parece tan intangible y difícil de conocer. Para hacer este ejercicio, sigue estos pasos.
PASO #1: VALORES
Antes que nada, una pequeña observación: existen valores como fin y valores como medio. Por ejemplo el dinero es un valor como medio, el fin es aquello que consigues con el dinero. Te recomiendo que escojas los valores como fin y no como medio para hacer este ejercicio con la máxima precisión.
Descarga el PDF con el listado de valores para poder orientarte: Listado_de_Valores
Te pido que escojas de todos ellos los 10 qué más te identifican. Seguramente podrías escoger mucho más que 10 (a mí al menos me ha pasado), pero como no podemos dispersarnos tanto, te aconsejo que sea un número entre 7 y 10.
PASO #2: CONTRAVALORES
Asimismo, te invito a pensar en los contravalores a estos valores escogidos por ti. Casi siempre se trata de justo lo contrario a tus valores. Ejemplo: Confianza-Inseguridad, Amor-Miedo, Optimismo-Pesimismo. Pero como es un ejercicio personal, por favor escoge los contravalores que sientas tú mismo, a partir de tus valores elegidos.
PASO #3: ORDENANDO VALORES
El siguiente paso es darles un lugar a estos valores (y posteriormente contravalores). Sé que no siempre es fácil, pero un profesor mío nos dio un truco que funciona muy bien (y además ya te lo he recomendado en alguno de los ejercicios anteriores).
Se trata de ir comparando entre sí y eligiendo entre dos valores, hasta agotarlos. Por ejemplo, imagínate que tus valores son: Optimismo, Lealtad y Creatividad (sólo te pongo 3 como ejemplo, para no volvernos locos).
Empieza por comparar Optimismo con Lealtad, ¿qué predomina? Si te es fácil decidir, piensa en un dilema moral: ¿si tuvieras que renunciar al optimismo para ser leal, qué harías? Si dices que estás dispuesto a renunciar al optimismo, Lealtad se lleva un punto.
Después compara el Optimismo con Creatividad y plantéate el mismo dilema: si para ser creativo tienes que dejar de ser optimista, ¿qué escogerías? Si decides que creatividad prevalece, entonces Creatividad se lleva un punto.
Ahora tendrías que comparar también Lealtad con Creatividad, ¿quién gana? Imagina que lealtad sigue ganando: dos puntos para Lealtad. Creatividad ha obtenido un punto y Optimismo, cero.
No quiere decir que no sean menos importantes pero sí que el orden sería más o menos así: Lealtad, Creatividad, Optimismo. Haz este ejercicio con todos tus valores y contravalores. Llevará un tiempo, pero te aseguro que te vas a divertir en el proceso y posiblemente te lleves más de una sorpresa.
PASO #4: ANALIZANDO TU DÍA A DÍA
Fíjate ahora en los 5 primeros valores y 5 primeros contravalores. Vamos a trabajar con ellos. Son los que rigen tu vida o te limitan. Ahora tendrías que responder a las siguientes preguntas:
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¿Están esos valores presentes en tu vida? Pon ejemplos concretos de ello.
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¿Qué haces tú a diario para experimentar y vivir tus valores principales?
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¿Están presentes también tus contravalores? ¿Qué haces tú para evitarlos?
Si has respondido que no todos los valores están presentes en tu día a día o, por el contrario, lo que vives de forma habitual son tus contravalores, piensa qué puedes hacer para que los valores estén todos o casi todos los días presentes y los contravalores ausentes.
No te limites a un área concreta de tu vida como el trabajo, piensa también en otras como la familiar, de pareja, tu salud, tu relación con las finanzas, el ocio, los amigos.
PASO #5: REGLAS DE JUEGO
Establece reglas de juego, sé lo más concreto posible: ¿Qué acciones concretas deberían suceder para que pudieras sentir ese valor en tu vida diaria? Por ejemplo, uno de mis valores es la Autorrealización, para ello al menos una vez al día debo realizar algo que me apasiona: escribir un artículo, preparar un curso, leer algún blog de desarrollo personal que me inspire, etc.
CONCLUSIONES
Parece un trabajo que lleva su tiempo, yo tardé un par de días en hacerlo, porque quise hacerlo bien. Y de hecho descubrí muchas cosas acerca de mí misma. Por ejemplo, siempre pensé que ayudar a los demás era mi valor principal, sin embargo, curiosamente, eso era así hace años, ahora en primer lugar he puesto un valor como equilibrio interno. Ayudar a los demás sigue estando presente, pero no en el primer puesto. Para mí ha sido toda una sorpresa. Pero es normal, ya que a lo largo de nuestra vida vamos cambiando. Y yo cambié y mucho.
Conocer tus valores te permite conocerte un poco más, ir más al fondo de ti mismo, saber por qué hay ciertas cosas que no soportas en tu vida o por qué una relación va mal, por ejemplo, siempre que esa relación esté en contra de tus valores esenciales. A mí me ayudó muchísimo saber quién soy, cómo soy y además poder decirlo a los demás de forma honesta. Me permite sentirme orgullosa de quién soy y cómo soy, de modo que puede ser incluso bueno para tu autoestima.
Para una entrevista de trabajo conocer tus valores es fundamental. A veces nos preguntan en qué somos buenos o que digamos algunas cualidades que nos hacen especiales. Las personas con baja autoestima o que no están acostumbradas a llamar la atención (como me ha pasado a mí hasta hace poco) se sienten incómodas hablando bien de sí mismas. Pero si sabemos cuáles son nuestros valores, nos podemos sentir más cómodos diciéndolos en voz alta, porque transmiten algo positivo que nos identifica.
Así que te invito a hacer este ejercicio, para mí imprescindible a la hora de conocernos por dentro. Y te invito a que compartas en los comentarios los 5 valores que más te identifican.
Y como no podía ser de otra manera, aquí te comparto los míos:
1.Conexión conmigo misma (equilibrio interno, paz interior)
2. Autorrealización (visión, misión, propósito vital)
3. Amor (relación de pareja, cariño, personas cercanas, familia)
4. Integridad (humildad, sinceridad conmigo misma y con los demás)
5. Ayudar a otros (escuchar a otros, comprenderles, apoyarles)
Y ahora un par de preguntitas que me gustaría hacerte a modo de conclusión para que me lo cuentes en los comentarios (sí, soy un poco curiosa; pero ya que te cuento tantas cosas de mi vida personal, al menos intercambiemos algo, ¿no?) Te invito a que respondas a una de las siguientes preguntas (pero también puedes responder a ambas jeje, era para ahorrarte trabajo).
- ¿Cuáles crees que deberían ser los 5 valores básicos de un político al que te gustaría votar? (Ya sé que últimamente apenas queda ningún político honrado, seas del país que seas; pero siempre nos queda la esperanza).
- ¿Qué 5 valores imprescindibles te gustaría transmitir a tus hijos? (Tanto si los tienes como no, creo que es una pregunta poderosa, como las llamamos en Coaching; si es que los coaches somos muy preguntones 😉
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