Ayer por la mañana recibí una triste noticia, una chica que tenía en terapia empeoró en estos días y ha fallecido este fin de semana. Ha sido todo muy rápido, demasiado rápido. Mientras hablaba con un familiar de ella, éste me comentaba que estos últimos meses estuvo, a pesar de todo, muy contenta, que estaba muy ilusionada con que llegara el viernes para venir a consulta y que salía muy feliz. Me alegré bastante y sentí que mi trabajo era provechoso y también me sentí feliz.
Después de hablar con el familiar me marché a seguir con las miles de cosas que tenía que hacer en esa mañana. Mientras caminaba me puse a pensar en la muerte pero desde el punto de vista de la psicología. El ser conscientes de que nos vamos a morir, nos hace estar más vivos. Está claro que todos sabemos que nos vamos a morir, es algo ineludible, pero no es solo saberlo sino asumirlo, vivir cada día como si verdaderamente fuera el último. Si hiciéramos esto, seguro que no tomábamos en cuenta muchas de las cosas que hoy dia nos abruman y disfrutaríamos de las pequeñas cosas que nos rodean.
Como dijo Steve Jobs, en una de sus conferencias "Recordar que voy a morir pronto es la herramienta más importante que haya encontrado para ayudarme a tomar las grandes decisiones de mi vida. Porque prácticamente todo — las expectativas de los demás, el orgullo, el miedo al ridículo o al fracaso — se desvanece frente a la muerte, dejando sólo lo que es verdaderamente importante. Recordar que vas a morir es la mejor forma que conozco de evitar la trampa de pensar que tienes algo que perder. Ya estás desnudo. No hay razón para no seguir al corazón. (...)Siento ser tan dramático, pero es bastante cierto. Vuestro tiempo es limitado, así que no lo gastéis viviendo la vida de otro. No os dejéis atrapar por el dogma — que es vivir según los resultados del pensamiento de otros. No dejéis que el ruido de las opiniones de los demás ahogue vuestra propia voz interior. Y lo más importante, tened el coraje de seguir a vuestro corazón y vuestra intuición. De algún modo ellos ya saben lo que tú realmente quieres ser. Todo lo demás es secundario."
Y quiero terminar con una bella frase de un moralista francés del año 1600 llamado Jean de la Bruyere "Conviene reír sin esperar a ser dichoso, no sea que nos sorprenda la muerte sin haber reído"