Ni el más extremista del empedernido riquelmismo habría podido sospechar que Román iba a tener una actuación tan saludable como la del domingo. Aunque el 10 ha sabido deslumbrar en una cancha después de tiempo de inactividad, tanto en el recordado partido de la selección de Basile frente a Chile por eliminatorias como en el 2007 contra Central, estuvo sin el resto físico para después de los 20 del segundo tiempo, o falto de precisión o carente de ritmo de juego. Esta vez jugó como si no hubieran pasado ocho meses, solamente le faltó puntería en los tiros al arco.
Físicamente se lo vio flaco como en el 2012 pero más fuerte. Ganó potencia aunque no es difícil sospechar que en detrimento de la agilidad y de la resistencia. Jugó más de delantero que de enganche, se adaptó al estilo del equipo en vez de imponerse como conductor, y recién en los minutos de descuento erró un pase y demostró el peso de la inactividad. Apareció mucho en los metros finales por sorpresa, y en muy pocas ocasiones se lo vio retroceder hasta la mitad de la cancha. Jugó más a lo Riquelme, a la manera en que Boca se acostumbró a estar en las finales del mundo.
Fue el jugador más explosivo en ataque junto a Palacios, casi no erró pases, entró poco en juego con la pelota, y muy desacertado en los tiros al arco. Fue partícipe indispensable en las opciones de gol que tuvo Boca que pateó ocho veces al arco, dos veces Palacios y seis veces Riquelme, sin contar las llegadas con pelota parada, y con que hubiese convertido la mitad de las veces que Román pateó al arco hoy estarían pidiéndolo para la selección y diciendo que Boca por fin encontró lo que le faltaba.
El futuro pinta interesante tanto para Riquelme como para Boca. Por un lado, habrá que ver si no pierde la intención de ataque que ha demostrado desde la llegada de Bianchi, a ver si los resultados no lo espantan, y si acaso consigue darle mayor tiempo de circulación a la pelota para no poner en evidencia las falencias defensivas que todo equipo que ataca siempre demuestra en mayor o menor medida. Y por otra parte si Riquelme no se va a desmoronar poco a poco.
Hay que tener en cuenta que no todos los partidos son contra un Unión de Santa Fe tan eficaz en ataque ni tan débil en defensa, ni en todos los partidos se presentarán tantas chances de gol ni Román estará tan chueco. El domingo fue un partido especial.
En algún punto, es saludable para Boca que Román no hubiese convertido un gol o dos, porque así no se hablará tanto de él, y en la copa los rivales no estarán tan prevenidos, aunque a esta altura parece muy difícil que alguien subestimara al rey.
*El resumen del partido de Riquelme además de ser incompleto lleva unos comentarios que mejor no prestarles atención. Lo hicieron en uno de esos programas de chistes.
