Voz de cabeza es uno de los términos más utilizados entre cantantes. Su nombre viene dado por dónde se siente la resonancia de la voz al cantar determinadas notas. Físicamente hablando, lo que pasa en las cuerdas vocales durante la ejecución de la voz de cabeza es que se hacen más finas y estiran. Las cuerdas vocales, al igual que las cuerdas de una guitarra, son más gruesas en las notas graves y más finas en las notas agudas.
Para una ejecución sana de la voz de cabeza, las cuerdas vocales se deben mantener juntas en todo momento. En la voz de cabeza esto es particularmente difícil, ya que al ser la masa muscular de las cuerdas vocales más fina, es más importante que nunca mantener el equilibrio vocal entre la masa muscular de las cuerdas vocales y el aire que expulsamos al cantar. Debemos ser conscientes del tamaño de nuestras cuerdas vocales, ya que no son más grandes que 25 mm, y del torrente de aire que deberían soportar. Así pues, para mantener un equilibrio vocal, es importante exhalar menos aire cuando hagamos notas de voz de cabeza.
Casos de desequilibrio en la voz de cabeza
Los síntomas que notaremos cuando no utilicemos correctamente nuestra voz de cabeza pueden ser diversos:
- No podemos hacer las notas del rango propio de voz de cabeza.
- Podemos hacer notas de voz de cabeza pero nos salen muy airosas y sin fuerza.
- Conseguimos hacer notas de voz de cabeza con más fuerza, pero luego notamos que nos raspa la garganta y nuestro rango vocal se ve diezmado.
- Conseguimos hacer notas de voz de cabeza con fuerza sin notar dolor, pero no podemos controlar el volumen, nos salen a mucho más volumen que el resto.
No podemos hacer las notas del rango propio de voz de cabeza
Puede ser que no sepamos hacer estas notas porque nunca lo hayamos hecho y nadie nos haya enseñado. Normalmente este caso se suele ver en hombres, que siempre han cantado en un rango de notas de voz de pecho y nunca han intentado emitir una nota de voz de cabeza. En estos casos, es importante acudir a un buen profesor de canto que sea capaz de hacerte descubrir esa nueva parte de tu registro, que te ayudará a ganar riqueza en tus interpretaciones musicales.
Podemos hacer notas de voz de cabeza pero nos salen muy airosas y sin fuerza
Cuando oímos mucho aire en nuestras notas de voz de cabeza, puede ser que lo sintamos de dos maneras: fácil o difícil. La diferencia entre las dos radica en el volumen que estemos utilizando.
Cuando cantamos con exceso de aire y nos es fácil, solemos necesitar más amplificación, ya que no somos capaces de aumentarlo nosotros.
Cuando cantamos con exceso aire y nos es difícil, es porque estamos utilizando más volumen del que nuestras cuerdas vocales pueden soportar y como necesitamos que se mantengan juntas para poder tener un volumen más alto utilizamos los músculos extrínsecos para mantenerlas unidas, lo que nos producirá tensiones y dificultad al cantar.
Para solucionar cualquiera de estos dos casos, es vital que trabajemos en nuestra compresión vocal. De esta manera reforzaremos los músculos que accionan nuestras cuerdas vocales para que puedan mantenerse juntas en todo momento.
Conseguimos hacer notas de voz de cabeza con más fuerza, pero luego notamos que nos raspa la garganta y nuestro rango vocal se ve diezmado
Esto suele ser debido a que intentamos mantener la misma coordinación que tenían las cuerdas vocales en las notas de voz de pecho para la voz de cabeza. Es decir, más masa de cuerdas. A esto se le llama “estirar la voz de pecho” y es muy perjudicial para nuestra voz, y llega un momento en el que hemos de hacer ese cambio para que físicamente se pueda emitir ese sonido. Muchos casos de desafinación ( aprende cómo cantar afinado ) están producidos por esto mismo y aunque intentes una y otra vez alcanzar la nota, no puedes hacerlo y te quedas unos tonos por debajo, aunque lo tengas muy claro en tu cabeza.
Para solucionar este problema, hay que permitir a nuestras cuerdas vocales que hagan el cambio de una coordinación a la otra, aunque suene un gallo. Posteriormente a esto, ya podremos trabajar en la conexión entre los dos tipos de voz para que el gallo desaparezca.
Conseguimos hacer notas de voz de cabeza con fuerza sin notar dolor, pero no podemos controlar el volumen, nos salen a mucho más volumen que el resto
Al aumentar la presión de aire conseguimos que las cuerdas vocales se junten y así el sonido suene más potente, pero esto no es una ejecución vocal sana, además de que esta presión a su vez hace que nuestra laringe no consiga mantenerse estable y nos impida llegar a notas más agudas de lo que podríamos, y daña las cuerdas vocales, que no hacen la fuerza por sí mismas.
Es preferible mantener juntas las cuerdas vocales utilizando la musculatura adecuada para ello, más que mediante presión de aire.
Si notamos que nuestro volumen sube al ir subiendo de nota, hemos de intentar reducir la presión de aire. Seguramente notaremos como nuestra voz se torna airosa y más débil, pero esto es un paso intermedio, ya que si nos dedicamos a trabajar nuestra aducción cordal, pronto lograremos corregir esto.
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