CONSULTA:
¡Hola! Tengo un amigo que tiene el don innato de darle las vueltas a las cosas y hacer que el problema, creado por él, sea un problema creado por mí. Me hace sentir culpable de cosas que realmente él hace y que no quiere reconocer (creo yo que por miedo y orgullo).
RESPUESTA DE SOMOSPSICO:
Estimada lectora de nuestro blog:
En la consulta que nos planteas, podemos encontrar dos aspectos centrales que explican un poco la situación, aunque en el fondo se encuentran entrelazados y forman los dos polos de un mismo continuo. Por un lado están tus sentimientos de culpabilidad, los cuales afectan a tu autoestima y terminan por hacerte daño, y por el otro encontramos la dificultad de tu amigo para asumir su parte de responsabilidad en las cosas que hace, seguramente por las razones que tú misma nos comentas.
Respecto al primero de ellos, decirte que la culpa es algo que se encuentra muy presente en nuestra sociedad. Siempre que sucede algo buscamos al culpable de tal suceso, siguiendo nuestra ya comentada ansia de encontrar respuestas. Sin embargo, mientras que para muchas personas resulta muy cómodo y sencillo el buscar explicaciones fuera de ellos mismos, otras suelen atribuirse la responsabilidad de todo lo que sucede, en ocasiones de una forma patológica.
En el caso de tu amigo, parece claro que prefiere que los demás asuman la responsabilidad de las cosas que él mismo hace (al menos en relación contigo), algo que todos utilizamos en ocasiones como forma de defendernos ante la dificultad de aceptar la nuestra.
Para entender mejor todo esto, queremos explicarte brevemente en qué consiste un término muy relacionado: el “locus de control” (LC). Dicho término ha sido estudiado por grandes teóricos de la personalidad, los cuales lo consideran como un rasgo del individuo según el cual este percibe si el origen de los eventos, conductas y de su propio comportamiento es interno o externo a él.
De este modo, aquellas personas con locus de control interno, entenderán que los eventos que ocurren a su alrededor y en los que están inmersas dependen en gran medida de sus propias acciones (“suspendí el examen porque no estudié suficiente”). Por tanto, tendrían la percepción de que ellos mismos controlan su vida.
Por el contrario, en el caso de los que tengan locus de control externo, considerarán que estos eventos son el resultado del azar, el destino o del poder y las decisiones de los demás (“suspendí el examen porque tuve muy mala suerte”)
Para no complicarlo demasiado, te diríamos que está demostrado que las personas con LC interno están más satisfechas con su vida, pues se sienten participes activos de las mismas. Sin embargo, no se trata de pensar que somos responsables de todo, sino de aceptar nuestra parte de influencia en las cosas que nos ocurren.
En resumidas cuentas, si tu amigo se comporta con los demás de la misma forma que lo hace contigo, posiblemente sea una persona con LC externo, siendo incapaz de ver la parte de responsabilidad que tiene en sus acciones. En tu caso, quizá existiría un exceso de LC interno, algo que tampoco es sano, puesto que no todos somos realmente “culpables” de lo que ocurre a nuestro alrededor.
foto|jscreationzs