Revista Psicología

Vuestras consultas: “encerrado en mí mismo”

Por Somospsico

Vuestras consultas: “encerrado en mí mismo”

CONSULTA:

Buenas, la situación es la siguiente. Tengo 30 años y no tengo amigos, no tengo a nadie. Cuando era joven (14 años) sucedió algo que me hizo aislarme de los demás y fue que estando yo con mis amigos hablando y descansando después de haber jugado, yo me quedé un rato más mientras ellos se iban a sus casas pero aconteció que entraron a casa y con el consentimiento de mis padres fueron a mi cuarto y destruyeron mis cosas, y desde ahí no les volví a tratar y poco a poco me fui aislando hasta que ya no salía y durante unos meses mientras construían la casa de al lado yo me encerré totalmente en mi cuarto sin ni siquiera salir a hacer mis necesidades. Ya luego de haberse construido el muro volvía a salir, mas no de la casa y así pasé más de 4 años. Y hoy, 13 años después poco salgo o no salgo salvo los jueves y viernes a camellar (trabajar) y eso que salgo bien de madrugada que nadie me vea y vuelvo en bus, y pues no se qué hacer con esta situación. He pensado en dos opciones, una matarme pero ni valor tengo para hacerlo y otra irme de casa pero está que mi madre se quedaría sola y aunque no nos llevamos bien ella seguro sufriría, a fin de cuentas soy su único hijo, y pues no se qué hacer, la otra alternativa sería seguir así como hasta ahora. Agradezco alguna orientación al respecto.

RESPUESTA DE SOMOSPSICO:

Querido lector de nuestro blog:

El tema que nos planteas resulta algo complicado de comprender únicamente a través de unas cuantas líneas, ya que sería necesario analizar más en profundidad ciertas circunstancias de tu vida para entender bien el problema. Sin embargo, a partir de lo que nos cuentas, vamos a tratar de aclarar un poco el asunto.

Parece ser que una mala experiencia que tuviste a los 14 años, cuando unos amigos tuyos entraron en tu casa y destruyeron muchas de tus cosas personales que estaban en tu habitación, hizo que terminases por encerrarte cada vez más en tu propio mundo y renunciases a salir al exterior y relacionarte. Así estuviste mucho tiempo, hasta que a día de hoy aún sigues saliendo muy poco, prácticamente solo a trabajar e incluso tratando de esconderte de los demás. (Te recomendamos que le eches un vistazo al artículo de la agorafobia)

Para que nos hagamos una idea, parece claro que además de tu propia personalidad que puede ser más o menos tímida e introvertida o de tus propios miedos que hayan podido gestarse durante tu infancia, el hecho de que tus amigos entrasen de ese modo a tu casa e hicieran lo que hicieron ha resultado muy doloroso para ti. El hecho de que personas en las que creías tener confianza pudieran invadir tu espacio personal de ese modo, ha podido provocar en ti una reacción de indefensión y desesperanza, de forma que de repente comenzaste a sentirte desprotegido y temeroso.

Cuando nos suceden cosas como esta, o incluso otras muchas que no esperamos y que traen consigo una elevada carga emocional para nosotros, es bastante común responder con miedo, de manera que tendemos a aislarnos para defendernos y así evitar que nos hagan más daño.

Por tanto, y repetimos que habría que considerar otros hechos de tu vida que también hayan tenido su influencia, tu decisión trajo consigo una tendencia a “decir no” a muchas de las cosas que te ofrecía tu vida por aquel entonces. Y lo peor es que en esa situación pasaste muchos años, posiblemente sin fuerzas para enfrentarte a ella.

Sin embargo, la nota positiva se encuentra en que aún estás a tiempo de solucionar el problema. Seguramente nadie mejor que tú mismo sabe realmente de qué tienes miedo, y la llave para salir de esa estancia oscura en la que te encuentras sólo la encontrarás en ti mismo. Por eso es importante que te hagas preguntas como: qué está pasando en tu vida, qué cosas crees que hay en ti que merezcan ser escondidas de los demás o qué te impide relacionarte con los demás como te gustaría.

Finalmente, decirte que el hecho de que hayas pensado incluso en suicidarte no es más que un signo de la desesperación en la que estás sumergido, pero que es un aspecto que siempre hay que tener en cuenta por su posible gravedad. Por tanto, te recomendaríamos que acudieses a un profesional para que te ayudase a hallar en ti lo que no está funcionando y que te guíe en tu recuperación, puesto que a veces uno mismo no es capaz de descubrir el camino para hacerlo.

SomosPsico - Blog de Psicologia

______

Si tienes algún problema y te apetece que lo comentemos en nuestro blog de forma anónima no dudes en contactar con nosotros a través de nuestro formulario de contacto. Nota: Nuestras respuestas no son sustitutivo de un tratamiento psicológico.

foto|nuchylee


Volver a la Portada de Logo Paperblog

Revista