CONSULTA:
Hola, mi situación es la siguiente: tengo fobia específica a las abejas-avispas desde muy pequeñita. Todo comenzó cuando una avispa picó a mi hermana mayor, a partir de este hecho, mi hermana huía cada vez que veía una. Puesto que solo nos llevamos un año, para mí siempre ha sido un modelo a seguir y creo haberme condicionado de manera vicaria. Ahora soy yo la que huyo cuando veo una, pero lo que es peor, anticipo posibles peligros y aunque intento no evitar situaciones donde es probable encontrármelas, las afronto con una gran ansiedad. He intentado exponerme, pero debido a la impredecibilidad de estos animales y de que solo están en una determinada época del año me resulta imposible hacer una exposición programada. ¿Algún consejo? ¡Gracias!
RESPUESTA DE SOMOSPSICO:
Estimada lectora:
A partir de los términos que utilizas en tu consulta, podemos deducir que estás bastante informada acerca del tema, lo cual siempre resulta positivo para afrontar adecuadamente un problema y dotarlo de la justa importancia que merece.
Como bien nos dices, y para quienes no conozcan demasiado este tema, el miedo que padeces hace alusión a las denominadas fobias específicas, siendo la tuya concretamente de tipo animal. Por otra parte, y aunque no se trate de una de las fobias más incapacitantes que existen (hay muchas situaciones en las que no hay abejas o avispas), sí que llega a crearte malestar e incertidumbre el hecho de no tener la completa certeza de estar “a salvo” de ellas, por lo que resulta conveniente buscar una solución.
Añades que el hecho de que a tu hermana le picase una avispa cuando ambas erais pequeñas ha tenido una influencia capital en el desarrollo de tu miedo hacia estos insectos. Tal y como afirmas, es muy probable que se haya producido un condicionamiento de tipo social o vicario, el cual ya comentamos en otro artículo y que no es más que aprender a partir de las consecuencias que tienen los acontecimientos en los demás (al ver la reacción que provocó en tu hermana la picadura, comenzaste a vivir con gran temor el hecho de que te pudiera ocurrir a ti).
Además, resulta curioso apuntar que este tipo de aprendizaje es el más frecuente en la adquisición de las fobias infantiles, es decir, de pequeños solemos cogerle miedo a las cosas no tanto por nuestras propias experiencias sino por lo que vemos que les ha ocurrido a los demás o lo que nos han contado.
Pues bien, una vez redefinido un poco el asunto te preguntarás ¿qué hago? Vayamos por partes. La técnica de la exposición en vivo como bien dices resulta complicada ante un objeto temido tan impredecible y difícil de encontrar voluntariamente. Sin embargo, sabes que hay lugares en los que resulta más probable que estén ahí, como jardines o campos, y acudir allí puede ser un fantástico primer paso para enfrentarte a ellos. Además, siempre podrás recurrir a la llamada exposición virtual, que no es más que utilizar una serie de programas de ordenador con fotografías y videos de situaciones en los que te enfrentas a tu miedo pero con la salvedad de que lo haces a través de una pantalla. Aunque pueda parecer que no, suele dar buenos resultados.
Por otro lado, estaría la llamada desensibilización sistemática en imaginación, la cual es básicamente igual que la exposición en vivo pero a través de la creación progresiva de escenas mentales que te vayan causando más y más ansiedad en relación con el estímulo temido. La clave es enfrentarte a ellas y aprender a relajarte en las situaciones mentales que te provoquen más temor. Sus resultados, aunque nunca serán los mismos que exponerse realmente al objeto, suelen ser muy positivos y suelen ser de gran ayuda.
Finalmente, siempre es bueno hacer una buena reestructuración cognitiva acerca del problema. Aunque en esto suele ayudarte un psicólogo, tú misma puedes preguntarte el verdadero sentido de tu miedo, las consecuencias reales que tendría el hecho de que una avispa te picase o la probabilidad real de que esto suceda. ("¿volvieron a picarle a mi hermana?").
______
Si tienes algún problema y te apetece que lo comentemos en nuestro blog de forma anónima no dudes en contactar con nosotros a través de nuestro formulario de contacto. Nota: Nuestras respuestas no son sustitutivo de un tratamiento psicológico.
foto|Rosemary Ratcliff