CONSULTA:
Hola, me llamo Lucas. Mi pregunta es la siguiente. Hace 4 años fui diagnosticado como persona con síndrome de asperger. He ido a una asociación y por mi propia cuenta me he informado de que es pariente del autismo. Ahora me he enterado de que van a clasificar al asperger del autismo en un rango a escala. Tengo 23 años, fui diagnosticado a los 19. Siempre he sido una persona que no sabe explicar las emociones positivas, pero si sé manejar las emociones, pensamientos y sentimientos positivos. No obstante, tengo una fuerte obsesión por afeitarme (ahora no) antes si me afeitaba 3 a 4 veces por día. Pero el mayor impedimento a nivel obsesional es el temor de morir e enfermar.
Me cuesta relacionarme con personas de mi edad, pero consigo socializar con personas más jóvenes y longevas que yo, pues siempre me gusta conversar de temas profundos de salud, política, etc. ¿hay alguna manera de que las personas me acepten, sin tener que revelar que soy asperger, ni ocasionar en mí y en los demás el aislamiento social? He ido a talleres ocupacionales y ocio en grupo.
RESPUESTA DE SOMOSPSICO:
Estimado Lucas,
¿Cómo te definirías si tus padres te preguntasen quién eres?...¿Y si lo hiciese alguien que te está entrevistando para conseguir un trabajo?... ¿Qué responderías a la misma pregunta si esta fuese formulada por un desconocido? Te invito a que hagas el ejercicio de responder a estas preguntas, y posiblemente te des cuenta de que en cada caso utilizas distintos atributos de tu persona para definirte. Como ves, el contexto es muy relevante a la hora de decir quién eres, y para cada caso relatas una pequeña "historia de ti mismo" con la que convives y a la que eres fiel según que circunstancias.
Ahora bien, si relees con detenimiento tu consulta, te darás cuenta de que todo lo que en ella dices constituye también un relato. Una historia que te cuentas y a la que temes no darle la suficiente importancia o seguirla a rajatabla. Cualquiera que lea tus palabras tendrá más fácil recordar con precisión la enfermedad de la que hablas que tu propio nombre que comentas al principio.
No te asustes, es algo que todos hacemos en mayor o menor medida. Nos forjamos una identidad y nos resulta muy complicado ser capaces de "salirnos de ella" para comenzar a vivir. No te pido que olvides quien crees que eres, simplemente que tomes esa descripción con un poco más de cuidado, pues en realidad eres mucho más que eso. Eres mucho más que un diagnóstico, que una obsesión o que el miedo a morir o enfermar. Eres una persona completa, con enorme capacidad para disfrutar de la vida, y que si logra tomar cierta distancia de todo lo que le atormenta tendrá mucho más sencillo ser feliz.
Por eso, te invito a que no trates de borrar tus miedos, tus dudas acerca de si te rechazarán o no, ni tus posibles dificultades, tan sólo hazles el hueco necesario para que puedan estar en ti, sin que por ello entorpezcan tu caminar. Ve a por lo que quieres en la vida, aún llevando todo eso, saludándolo si hace falta cuando aparezca. Lo que tu mente te da no es tu enemigo, sino multitud de experiencias y circunstancias que han derivado en quien crees que eres. ¿Podrías permitir que tu historia viva en ti mientras avanzas? ¿Y si nuestros pensamientos no fuesen tan importantes como creemos?
Contempla la imagen de este artículo. Quizá te de alguna pista acerca de cómo hemos de observar nuestra mente...
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