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Vuestras consultas: un hambre insaciable

Por Somospsico

Vuestras consultas: un hambre insaciableCONSULTA:

¡Buenas tardes! ¿Por qué desde hace años no puedo dejar de comer de todo cada 10 minutos? No es hambre....creo que tengo un gran problema. Ahora me sobran 30 Kg. y tengo problemas de salud, entre ellos un poco de ácido úrico y estoy operada de la espalda.... ¡Ni por esas consigo hacer dieta! He llegado a pensar en adicción a la comida......Gracias

RESPUESTA DE SOMOSPSICO:

Estimada lectora de nuestro blog:

Quisiéramos comenzar a responder a tu consulta con una frase bastante descriptiva de muchos de nuestros problemas con la comida: “Las necesidades básicas del ser humano son sólo dos: el hambre y el amor” (Sigmund Freud).

A partir de ella, te diremos que nuestra manera de relacionarnos con la comida está más conectada con nuestro mundo emocional de lo que en un principio pudiéramos pensar. Así, no es de extrañar que en muchas ocasiones las dietas no tengan ningún resultado, pues realmente suele haber un asunto de fondo que está en la verdadera raíz del problema.

Los trastornos alimentarios en general, ya sean la obesidad, la anorexia nerviosa o la bulimia, suelen ser estrategias que utilizamos los humanos para acallar conflictos psicológicos que no podemos expresar. De esta manera, cuando experimentamos profundos sentimientos de culpa, de dolor, de rabia o de tristeza, solemos recurrir a la comida como un medio de liberación, una forma de silenciar transitoriamente nuestro mundo interior.

El hecho de confundir el hambre con las emociones es algo bastante frecuente. Nosotros mismos decidimos recurrir a la comida cuando nos sentimos mal, e incluso desde pequeños se nos ha enseñado que una rabieta se nos pasa con un caramelo o que si no comemos lo suficiente en una reunión social, podremos ser criticados por ello. Es por eso por lo que hambre y emoción están tan unidos, tanto que a veces se confunden: “La galleta que me dio mi madre para consolarme tras haberme caído, además de darme placer porque está muy rica, me hace sentir mejor después del dolor”

Un último aspecto que nos gustaría comentarte es que, además del tema afectivo, la comida en sí tiene un elevado poder adictivo. Ten en cuenta que necesitamos comer para sobrevivir, por lo que en nuestro cerebro han de liberarse sustancias que nos causen placer para que repitamos dicha conducta. En este caso, es la glucosa presente en los alimentos la que realmente nos encanta, la cual llega a traspasar la barrera hematoencefálica. Es por ello por lo que la alimentación suele convertirse en un método inmediato de obtener beneficios y hacernos sentir mejor.

A raíz de lo dicho, consideraríamos conveniente que acudieses a un psicólogo si fuera posible, pues verdaderamente un hambre insaciable es un claro signo de que algo no anda bien, y quizá un nutricionista no pudiese entender al completo la complejidad de tu problema. En el momento en el que entiendas la razón por la que te sucede esto y aprendas a “llenar ese vacío de tu estómago” con otras cosas, seguro que la cosa irá a mejor.

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foto|m_bartosch


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