
Y así es como vuelve el malvado Gekko, interpretado de nuevo por un Michael Douglas que parece haber nacido para el papel. Aunque esta vez el protagonismo recae sobre Shia LaBeouf, el nuevo actor caradeternoadolescente que adopta Hollywood, y que hace un trabajo correcto. Wall Street 2 sienta en la mesa a los codiciosos empresarios responsables de la crisis, pero no es una película sobre, sino ambientada en ella. Así que la trama principal se centra en un bróker con mucho futuro y sus relaciones sentimentales con la hija del villano. Eso sí, todo aderezado con un montaje fresco y molón para que entendamos bien los juegos visuales metafóricos, como el skiline de Nueva York a modo de gráfico económico o las pompas de jabón estallando como burbujas inmobiliarias-. La película se crece cuando aparece Douglas en plano quien consigue salvar esta insulsa historia hecha a base de gordos brochazos por un Stone en baja forma –si es que alguna vez la tuvo-. Seguiremos esperando una película definitiva sobre este catacroker económico, aunque no se preocupen. Va para largo.
Pitu