WASP-104b, el exoplaneta oscuro.
(Fuente: www.abc.es)
Lo más probable es que WASP-104b no naciera tan cerca de su estrella, ya que es muy poco usual que un cuerpo con su composición química se forme a esas distancias. Si nos regimos por la teoría del disco protoplanetario, cuando la estrella ya se ha formado y tiene un montón de material sobrante girando a su alrededor, este se ordenará de la siguiente forma: el material más pesado (carbono, oxígeno, silicio...) se colocará cerca de su astro, mientra que el más ligero (hidrógeno y helio) lo hará en la zona exterior. Esa es la razón, al menos en nuestro Sistema Solar, por la que los planetas terrestres se encuentran más próxims a su estrella y los gaseosos más lejos. Gracias a esta teoría, podemos pensar que WASP-104b se formó a una distancia relativamente lejana y posteriormente fue empujado hacia el interior, hasta situarse en la órbita que actualmente ocupa.
Sin embargo, su historia no acaba aquí. Todavía no sabemos por qué se llama el planeta negro, así que vamos a descubrirlo. La cercanía a su estrella, WASP-104, una enana amarilla, ha hecho que el planeta pierda toda su atmósfera externa, formada principalmente por los elementos más ligeros. La intensa radiación que recibe, hay que tener en cuenta que sólo tarda 1,75 días en dar una vuelta al sol, ha hecho que prácticamente quede desnudo. Las capas más superficiales están formadas por sodio y potasio, creando una especie de densa bruma que capta casi toda la radiación que recibe de la enana amarilla. WASP-104b es tan oscuro que absorbe entre el 97% y 99% de la luz, convirtiéndolo en uno de los objetos naturales más negros que se han observado del Cosmos. Sin embargo, referirse a él con el color negro no es del todo correcto, ya que debido a las altas temperaturas de este (entorno a 1.200 ºC), el planeta también brilla, lo que lo convierte en un objeto de color negro púrpura.
Finalmente, aclarar que por ahora se trata de una investigación y que, por lo tanto, no se pueden realizar afirmaciones rotundas sobre sus características. Esto no solo ocurre con WASP-104b, sino con todos los exoplanetas. No debemos dar nada por seguro, es parte del espíritu investigador. Por ahora toca seguir estudiándolo y esperar al lanzamiento del James Webb en 2020, un sustituto para el Telescopio Espacial Hubble que nos permitirá observar el Universo con mucho más detalle.