Revista Cultura y Ocio
El 10 de mayo de 2014 se cumplieron 20 años de la edición de la ópera prima de Weezer, el también llamado Blue Album. Un disco producido por Ric Ocasek de The Cars, el disco azul de los americanos fue uno de los mejores debuts (y discos) de los noventa. Un puñado de canciones con garra, mucha melodía y varios clásicos instantáneos.Hay que entender el contexto de ese año, ya que Kurt Cobain acababa de pegarse un tiro un mes antes y el grunge y la música en general sufrió una pérdida difícil de superar, así que todavía en estado de shock se edita este trabajo que al principio le cuesta (la primera semana apenas vendió 90 copias), pero luego con el boca a boca, el apoyo de Geffen y unos singles demoledores se va aupando en ventas y en un reconocimiento tremendo, tanto en Estados Unidos como fuera. Para mi la clave del disco, y también del éxito que tuvo fue usar la melodía, captar la esencia pop y a través de capas de guitarras afiladas y distorsionadas que tanto se utilizaban esos años. Por otro lado, tenemos al máximo compositor de la banda, Rivers Cuomo, un tipo que era el arquetipo del chico pequeño y atormentado. Por si fuera poco, Spike Jonze se encargó de realizar un par de vídeos de temas del álbum, como Undone-The sweater song y Buddy Holly. Hay gente que los mete en el powerpop así sin más, pero para mi es una banda deudora más de bandas como Pixies y Pavement.
El disco en si comienza con My name is Jonas con unos pequeños acordes (que parecen casi de final de tema y disco) con guitarra acústica para que entren con fuerza las potentes guitarras y la voz junto a la base rítmica y luego desarrollar un estribillo bestial, con un gran ritmo y cambios, lleno de aceleraciones y paradas, revitalizante máximo. No one else es uno de esos temas pop deliciosos que a Rivers Cuomo parece que le salen como churros, con unas guitarras constantes que llevan el ritmo, un estribillo pegadizo y una melodía brillante, y con un sólo de guitarra enorme. The world has turned and left me here es un tema de relamirse heridas en la letra, con una melodía y un ritmo constante hermoso, y unas voces muy conseguidas tanto la principal como los coros. Y llega una pepita de oro de álbum, Buddy Holly, una joya de puro pop con reminiscencias cincuenteras, deliciosa canción con estribillo, melodía y coros, un hit. Undone-The sweater song es el típico tema experimental que se inicia de forma instrumental sin mucho sentido, hasta que viene la voz de Rivers y el derroche distorsionador de las guitarras que lo cambia radicalmente para mostrarnos otro tipo de joya, mucho más en la onda de los Pixies, un terreno que ellos abrieron de manera particular, con un final de distorsión pura y dura.Surf wax America inicia la segunda cara, un tema típico de esa época, de expresión de rabiosa juventud, guitarras a tope, estribillo y a darle. Say it ain't so es deliciosa desde su comienzo, con la melodía en plan reposado que se describe en la primera estrofa, para luego cambiar radicalmente y convertirse en furiosa, una estructura que se repite por dos veces y da en el clavo. In the garaje con la intro de la harmónica, deja paso a las guitarras y el desenfreno de estos chavales que estaban que lo bordaban, con un estribillo maravilloso, acabando con un increscendo bestial. Holiday es un tema alegre donde los haya, de preciosa melodía, estribillo pegadizo y muy coreable (suena a tema de fiesta americana de instituto por los cuatro costados). Only in dreams cierra el disco con el inicio del bajo y ese ritmo cadencioso, un tema crepuscular, pero también con final guitarrero para la despedida, el último lamento es un gran final.
En definitiva un disco, que más de veinte años después, sigue sonando de maravilla, 10 temas sobre el instituto, sobre ser un gilipipas, que puedes escuchar de arriba a abajo, de izquierda a derecha con mucho gusto. Un gran disco, sin duda. Os dejo con el vídeo de Undone-The sweater song.