Blade: Trinity es una película terrible, pero no sólo ahí encontramos la razón para que, con 128 millones de dólares recaudados en todo el mundo, nadie haya hablado hasta hoy de una cuarta entrega. Para empezar, no sólo actores del reparto han confesado que la actitud de Wesley Snipes durante el rodaje fue problemática, sino también que intentó estrangular al realizador David S. Goyer, al que después demandó por violación de contrato. Por si fuera poco, Snipes acaba de finalizar una estancia de dos años y medio en la cárcel por evasión de impuestos y su primera película, Los Mercenarios 3, ha sido un fracaso artístico y taquillero.
Con semejante trayectoria reciente, tampoco nos extraña demasiado el rumor del que se hace eco The New York Daily News -vía IGN-, según el cual Snipes estaría dispuesto a aceptar 3 millones de dólares por encarnar una cuarta vez al famoso cazador de vampiros. El problema es que los derechos ahora pertenecen de nuevo a Marvel y la compañía ya tiene el plato lo suficientemente lleno como para lanzarse a la piscina con otra entrega de Blade. Además, la serie que presentó Goyer en 2006, y que tan sólo duró una temporada, no le hizo demasiado bien al maltrecho legado de la franquicia.
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