Revista Cultura y Ocio

Wilt. Tom Sharpe

Por Mientrasleo @MientrasleoS

Wilt. Tom Sharpe
     "Siempre que Wilt sacaba al perro a pasear o, para ser más precisos, cuando el perro le sacaba a él o, para ser exactos, cuando la señora Wilt les decía a ambos que se fuesen de casa para que ella pudiese hacer sus ejercicios de yoga, Henri siempre seguía la misma ruta. De hecho, el perro seguía la ruta y Wilt seguía al perro. Bajaban hasta la oficina de correos, cruzaban el campo de juegos, luego el puente del ferrocarril y seguían por el sendero que Bordeaba el río. Continuaban siguiendo el río, poco más de kilómetro y medio y luego cruzaban otra vez por debajo de la vía férrea y volvían recorriendo calles cuyas casas eran mayores que la de Wilt y donde había árboles y jardines y los coches eran todos Rovers y Mercedes."
     Hace apenas unos días nos sorprendía la noticia de la muerte de Tom Sharpe. Un autor conocido principalmente por su sentido del humor irónico y por su personaje, Wilt. Me di cuenta entonces de un detalle, aún no había traído a este personaje a mi estantería virtual. Imperdonable. Por eso hoy traigo a mi estantería virtual, Wilt.
   Conocemos a Henri Wilt, un profesor que lleva diez años viendo como rechazan sus intenciones de conseguir un ascenso. Lleva casado con Eva doce años, y se encuentra en un matrimonio hastiado y fantasea con matarla mientras pasea al perro. Será su mujer quien entable relación con un matrimonio americano, Prigsheim, de lo más moderno que les ayudará a participar de las más absurdas situaciones.
     Hoy traigo un libro convertido ya en un clásico del humor, con el que se pasan ratos de sonrisas cuando no de sonoras carcajadas. Sharpe se maneja entre historias absurdas que se entrelazan con referencias sexuales y diálogos chispeantes para conseguir atrapar al lector en esta obra que esconde una clara crítica. El humor inglés, de hecho, suele esconder este tipo de críticas.  Nos sorprende con giros increíbles y nos destapa una sociedad británica reprimida que esconde una faceta mucho más divertida a partir de este pobre hombre que no gana para líos.
   
     Sin embargo hay otra lectura mucho más sencilla de este libro y es la del puro divertimento. Y esa es la que yo disfruté. La que se hace olvidándonos de lo que nos quiere decir y disfrutando de una historia en la que las muñecas hinchables tienen pelucas que se deslizan, con personajes que nos hacen llevarnos las manos a la cabeza como el propio matrimonio Wilt y con declaraciones policiales inolvidables. en este caso, os invito a hacer una lectura ligera, propicia para las épocas estivales que se aproximan, y que sonriáis con estas letras teñidas del más puro humor inglés.
     Hoy, os presento a Henri Wilt y, como no, su aventura con la muñeca hinchable que pensaron era su esposa... y lo hago sin ningún pudor.
     Y a vosotros, ¿es fácil sacaros la sonrisa con un libro o es de las emociones que se os resisten?
     Gracias

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