Wonka; Una dulce sorpresa

Por Nacho Cañas.

En esta reinterpretación de la clásica historia de Willy Wonka, los creadores Simon Farnaby y Paul King nos presentan un regalo navideño que, en apariencia, podría ser una apuesta arriesgada. Al distanciarse de la narrativa tradicional, logran ofrecer una experiencia cinematográfica que es, a la vez, espectacular e imaginativa. La película nos sumerge en los primeros años del enigmático chocolatero, desviándose de las expectativas y entregando una historia dulce, de buen corazón y divertida. Wonka; Una dulce sorpresa Timothée Chalamet asume con encanto el papel del joven Wonka, con un aspecto de personaje de Dickens. Armado con las inventivas recetas de chocolate de su madre, Chalamet interpreta a un Wonka que se aparta de la representación típica del personaje. Su actuación espectacular irradia una inocencia reminiscente de Paddington, y su voz cantante agrega un toque agradable. Wonka, centrado en su destino basado en el cacao, persigue su viaje disruptivo en el mundo del chocolate con heroísmo y el apoyo de nuevos aliados. Wonka; Una dulce sorpresa
Aunque la película cuenta con un elenco destacado, la actuación que destaca proviene de Hugh Grant, quien casi roba el espectáculo como el Oompa-Loompa original, reducido digitalmente a una estatura diminuta de medio metro. Su interpretación altiva y robaescenas añade una capa musical tribal al personaje. También se suman actuaciones convincentes de Olivia Colman y Tom Davis como los opresores al estilo de Sweeney Todd, y un trío de siniestros dueños de fábricas de chocolate interpretados por Matt Lucas, Paterson Joseph y Matthew Baynton. No olvidar a un planten lleno de nombres como Rowan Atkinson, Calah Lane, Jim Carter, Keegan-Michael Key y Phil Wang que aportan su talento, agregando profundidad a un ecléctico elenco. Wonka; Una dulce sorpresa
A pesar de los méritos de la película, surge una pregunta persistente sobre la ausencia de las facetas más oscuras y enigmáticas de Wonka adulto. La película elige deliberadamente evitar explorar este aspecto intrigante, presentando a Wonka como un personaje inherentemente agradable. Esta decisión deja sin respuesta la pregunta sobre lo que moldeó a Wonka en la figura algo siniestra de la narrativa original de Roald Dahl, conocida por impartir castigos inusuales a niños codiciosos.Aunque la película se niega a adentrarse en el lado más oscuro de Wonka, mantiene una incomprensible alegría. La narrativa evita explorar la sal marina que supuestamente sazonó la personalidad de chocolate de Wonka, planteando la posibilidad de una secuela para abordar este aspecto no explorado de la evolución del personaje. La ausencia de esta exploración podría decepcionar a quienes buscan una comprensión más matizada de la transformación de Wonka, pero permite que la película se regodee en su atmósfera alegre y caprichosa. Wonka; Una dulce sorpresa En comparación con adaptaciones anteriores con Gene Wilder en 1971 y Johnny Depp en 2005, esta nueva versión destaca sorprendentemente. A pesar de una cucharada extra de azúcar, o tal vez debido a ella, esta reinterpretación de la historia de origen de Wonka resulta más disfrutable que sus predecesoras. No solo captura las endorfinas del chocolate de sus anteriores, sino que infunde una nueva energía, convirtiéndola en una experiencia cinematográfica encantadora.En definitiva, esta película va a ser el bombazo de estas navidades y va a gustar tanto a niños como a sus padres y se convertirá para los pequeños en un clásico de culto en el momento en el que salgan de la casa.