Revista Coaching

XVIII Jornadas OPTIMA LAB: Unas jornadas «habituales»

Por Jofoba @jordifortunybad

La semana pasada celebramos las XVIII Jornadas OPTIMA LAB, ¡las cuartas en formato virtual y en horario de tarde! Parecía que las jornadas de abril 2020 iban a ser una rara avis pero ya ves que han resultado ser una habitual avis. Y conste que a mí ya me están perfectas así, es una de las ventajas de ser —como dice mi familia— un poco rancio. Jornadas en casita, con chándal y pantuflas. ¿Qué más se puede pedir? jajajaja.

Les comentaba a José Miguel y a Laura en el cierre que me sentía un poco extraño. Porque habían sido las primeras jornadas en las que no había sentido el mood de jornadas. En una primera autoevaluación incluso me llegué a preguntar ¿oye, estás perdiendo fuelle?, ¿te afecta la languidez

Las jornadas, hasta el momento, acostumbraban a ser muy densas y también ilusionantes. Eran un cambio de ritmo de trabajo y un cambio en los trending topic. Rompían la rutina. Las vivía como un escape de ella, como la posibilidad de hacer algo diferente.

Aunque ahora, vistas en perspectiva, quizá eran como esas Revisiones Semanales en las que te sientes mal por todo lo que no has hecho, te das dos palmaditas en la espalda y sobrecargas tus listas para —ahora sí— darle un empujón a todo. A ver si obra el milagro. Y el milagro, como que no termina de llegar.

Al principio del post ha salido la palabra «habitual», pues con esta me voy a quedar. Pero desde otra vertiente a la que me refería al principio. Porque «habitual» para mí ha sido lo más notorio de estas jornadas. Habitualidad.

Han sido habituales, en tanto que estas han representado una continuación de la dinámica  de trabajo que desde enero hemos ido estableciendo en la red. Entre la limitación horaria debida al hecho de que Laura reside en Miami y los días de delivery, se ha ido estableciendo una rutina semanal de espacios de trabajo en red. 

Así, cada semana, en un par de reuniones, despachamos nuestras agendas y dedicamos tiempo a avanzar en nuestros proyectos. Por ello las jornadas, en su forma, han sido habituales.

También han sido habituales en lo que respecta a los temas y a su discurrir por ellos. Nuevas iteraciones para seguir refinando claridad y propósito, o mejor dicho, claridad de propósito en lo que tenemos en marcha. Planificando adaptativamente. Incubando algunos temas para cuando tengan sentido y desincubando alguna nueva propuesta que poner en marcha.

De esta manera, en lugar de una Revisión Semanal de emergencia, estas jornadas han sido como una Revisión Trimestral, a más altura. Con todos los horizontes de enfoque claros, conectados y en su sitio. No se te escapará el valor añadido del segundo tipo de revisión.

Curiosidades de la vida. Las jornadas, estas y las dos anteriores, que a priori —por la situación acontecida tanto interna como externamente— podría parecer que deberían haber pivotado en la contingencia, han resultado ser las más efectivas y estratégicas que el resto que he vivido.

Esa sensación rara que te contaba al principio estaba provocada por lo «habitual» que ha llegado después de las turbulencias. Este habitual es un buen habitual. Un habitual que nos hace ser personas —y red— más efectivas. Ahora sólo falta consolidarlo y mantenerlo con el previsible aumento de la demanda de formaciones para los próximos —y vacunados— meses.

Una última reflexión. Nunca he sido muy amante de la frase «Si quieres ir rápido ve solo, si quieres llegar lejos ve acompañado». Mi experiencia desde que trabajo, tristemente, me la ha hecho cuestionar. De hecho tengo una opinión al respecto que, por radical y políticamente incorrecta, me la reservo 😉

Si hiciéramos caso a la frase, el septiembre pasado cuando nos quedamos en cuadro, lo razonable hubiera sido pensar que no alcanzaríamos el punto al que efectivamente hemos llegado. Por ejemplo, tener ya programados los emails para las personas interesadas en asistir a las dos primeras ediciones en julio del nuevo curso virtual de Nivel 2 de la formación GTD® oficial.

Esto ha pasado por uno de los detalles que la cita omite, que es que para llegar lejos, todo el mundo tiene que moverse con su propia energía. Son matemáticas elementales. Solo vale sumar.

Y poco más que añadir, en las crónicas de José Miguel y Laura podéis encontrar sus vivencias relativas a estas «habituales» jornadas. Con ellas podréis completar la foto del paisaje actual en OPTIMA LAB.

La entrada XVIII Jornadas OPTIMA LAB: Unas jornadas «habituales» se publicó primero en Efectivitat.


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