1980. Tenía 11 años, iba por El Corte Inglés con mi madre y vi por primera vez algo que no se vendía en España: Una camiseta friki.
Era una camiseta de Mickey Mouse disfrazado de Superman, tampoco era el colmo de lo friki, pero hasta ahí llegaba este país en esas cosas.
Pedí a mi madre que me comprara la camiseta y ella me miró con esa cara que ponen las madres de: “lo tengo que querer porque es mi hijo, pero ahora mismo lo estampaba contra el mostrador de oportunidades”.
-Es que me gusta.
Mi madre tiró de mi mano en dirección contraria mientras decía una de esas frases que hacen grandes a las madres:
- Y a mí también me gustan muchas cosas y no las tengo.
Lo más curioso es que esa visita a El Corte Inglés era para comprarme “un traje mono” para ir a una boda. Vestido con pantaloncitos de pinzas, camisa y corbata y jersey de pico, me sentí en aquella boda más disfrazado, más ridículo y menos yo que si me hubieran dejado llevar esa camiseta.
2014. Tengo 45 años. Un armario reventado de camisetas frikis y un montón de gente que me dice que ya no tengo edad para llevar esas camisetas. Pero las sigo llevando porque por dentro pienso:
- Eres tú el que ya no tienes edad para disfrutarlas.
http://arturoparroquia.com/2014/05/09/ya-no-tienes-edad-para-llevar-esas-camisetas/